Novela

La silla de Elías

Igor Stiks

31 julio, 2008 02:00

Traducción de Maja Drnda. Destino. Barcelona, 2008. 334 páginas, 16 e.

Igor Stiks (Sarajevo, Bosnia-Herzegovina, 1977) no es un autor desconocido en nuestro país. Hace poco, la editorial Funambulista editó su primera novela Un castillo en la Romaña que alcanzó un gran éxito y obtuvo premios en diferentes países. Ahora Destino nos ofrece La Silla de Elías, (premios K. S. Gjalski, Kiklop), narración que, como en la primera, basa el autor en su experiencia personal, la guerra que vivió a los quince años, en Sarajevo. Stiks, que escribe en croata y vive entre París y Chicago, está marcado por el dolor que sufrieron los ciudadanos de Sarajevo. Richard Richter, un reconocido escritor austriaco, acaba de separarse y se encuentra en plena crisis intelectual. Tras veinte años de ausencia, regresa a su Viena natal, a la casa de su tía en donde vivió de niño. Allí, al tirar un tabique, descubre una carta escrita por su madre en 1941 dirigida a un tal Jacob Schneider, un judío de Sarajevo y el verdadero padre de Richard. Ante este hallazgo, Richard viaja a Sarajevo en busca de sus raíces. Estamos en 1992 y la ciudad se encuentra asediada por las milicias serbias. Un día, en una sinagoga, sentado en la silla de Elías -silla destinada a la circuncisión de los niños- conoce a Simón, un viejo que junto con Alma, una actriz de teatro con la que vive una historia de amor, le conducen hasta Schneider.

La silla de Elías es una novela densa, inteligente, reflexiva y muy bien escrita. Consigue unir un argumento entretenido, con la historia real del Sarajevo asediado. Lo que hoy en día ignoramos al leer los desastres mundiales, la literatura nos lo muestra, al descubrirnos las voces humanas que se esconden en ellos. A través de esas voces, Igor Stiks ofrece otro punto de vista del que encontrábamos en los periódicos occidentales, la visión de los bosnios, de los que vieron y vivieron, y decidieron quedarse.