Novela

La seda negra

Rafael Dezcállar

19 junio, 2009 02:00

Destino. Barcelona, 2009. 250 páginas, 18 euros

Lo primero que tal vez se pregunte un lector atento ante esta primera novela del diplomático Rafael Dezcallar (Palma de Mallorca, 1955) es si su publicación en Destino ha sido una buena elección. Si no se estará confundiendo al comprador de literatura ofreciéndole un bestseller, al tiempo que el disfraz de la literatura despista al devorador de éxitos comerciales. La seda negra es una historia construida con los mimbres del best-seller anglosajón: tema de actualidad -en este caso, el combate por el dominio de las últimas reservas de petróleo del planeta-, intriga político-policial, hombres triunfadores capaces de todo y localizaciones exóticas.

Personalmente, hubiera preferido que Dezcallar, cuyas dotes como narrador resultan evidentes, hubiera optado por una narración más cercana a lo autobiográfico, porque si un aspecto me ha fascinado de esta novela es la posibilidad que me brinda de observar a través de la cerradura de los despachos de ciertas embajadas. La elección de la ciudad de Bakú como escenario es otro acierto. La trama está bien urdida a pesar de ciertas ingenuidades, y tiene su gracia que el mapa del poder mundial dependa de una alfombra antigua y de un entramado de coleccionistas y mercaderes. Lo peor, a mi juicio, la descripción de las relaciones y sentimientos de los protagonistas, que tienden a ser previsibles. Nada que los aficionados al género no puedan perdonar o ignorar. La peor parte se la llevará el lector literario, el que en la misma colección haya disfrutado con Zarraluki, Vidal-Folch o Gutiérrez Solís.