La seda negra
Rafael Dezcállar
19 junio, 2009 02:00Personalmente, hubiera preferido que Dezcallar, cuyas dotes como narrador resultan evidentes, hubiera optado por una narración más cercana a lo autobiográfico, porque si un aspecto me ha fascinado de esta novela es la posibilidad que me brinda de observar a través de la cerradura de los despachos de ciertas embajadas. La elección de la ciudad de Bakú como escenario es otro acierto. La trama está bien urdida a pesar de ciertas ingenuidades, y tiene su gracia que el mapa del poder mundial dependa de una alfombra antigua y de un entramado de coleccionistas y mercaderes. Lo peor, a mi juicio, la descripción de las relaciones y sentimientos de los protagonistas, que tienden a ser previsibles. Nada que los aficionados al género no puedan perdonar o ignorar. La peor parte se la llevará el lector literario, el que en la misma colección haya disfrutado con Zarraluki, Vidal-Folch o Gutiérrez Solís.