Inquietud
Julia Leigh
26 junio, 2009 02:00Los personajes deambulan como si estuvieran suspendidos en el tiempo. Olivia y sus hijos no consiguen adaptarse al horario francés a causa del jet-lag. Y otros esperan algo, a veces su propia muerte. Apenas se ofrecen marcas temporales. Una de ellas es la de la descomposición del cadáver del bebé, que urge enterrar, pero del cual su madre no consigue desprenderse. Una situación que acaba provocando verdadera angustia. La novela profundiza sobre el tema de la maternidad bajo diferentes ángulos. Una madre que "quiere regalar a sus hijos", la llegada de la hija a la casa familiar tras una larga ausencia, la imposibilidad de enterrar el cadáver del recién nacido. Situaciones que adquieren en la novela respuestas diferentes al binomio madre-hija.
Leigh muestra la frialdad de los personajes y del lugar con un lenguaje austero. Aunque la historia que cuente no pueda ser más dura, su poético lenguaje consigue alcanzar una extraña belleza. La serenidad que desprende se opone a unas circunstancias contra las que los personajes no pueden hacer nada. Parece como si el libro surgiera de los silencios familiares y una nube de misterio velase sobre las palabras de principio a fin. Y, a veces, es necesario gritar para que la mente de los personajes de Julia Leigh regrese al mundo. Un libro que revela una gran escritora.