Image: Joselito y Esplá. Suerte y al libro

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Novela

Joselito y Esplá. Suerte y al libro

Mano a mano en el ruedo literario de los dos toreros más ilustrados del escalafón

14 mayo, 2010 02:00

Joselito y Esplá

La Fiesta de los toros y las letras han vivido en comunión desde siempre. La tauromaquia presta a la literatura un filón inagotable de vocabalos e imágenes. Y los escritores, en justa correspondencia, dan lustre con sus narraciones y sus versos a las gestas taurinas. Pero hoy El Cultural va a quebrar la costumbre, aquélla que hace a los escritores hablar y polemizar sobre la fiesta de los toros, e invita a dos toreros de los grandes a hablar de libros, de lecturas, de escritores. Celebramos un mano a mano, Esplá y Joselito, en el ruedo literario.

José Miguel Arroyo "Joselito" y Luis Francisco Esplá se citan en los medios del coso de El Cultural. El mano a mano está servido. Máxima expectación en los tendidos. La tarde promete. Estamos ante los dos diestros más ilustrados del escalafón, y eso se nota así que despegan el pico. Los primeros lances de cada uno dejan claro una diferente concepción en el hábito de la lectura. Joselito se manifiesta como un lector a salto de mata, intuitivo. Toca casi todos los palos. Pasa de los los consabidos bestsellers a los maestros sufíes y taoístas. Puro eclecticismo. Esplá, en cambio, muestra modales más sibaritas. Tiene un criterio más pulido, más intelectual. Su pasión por la pintura y el arte le marcan en parte el camino. Pero en su currículo de letraherido también puede rastrearse la huella de infinidad de autores. Eso sí, las de Baroja y Cela son las que figuran más profundamente marcadas.

En la formación académica de ambos puede encontrarse una de las claves de esta disparidad. Luis Francisco Esplá es licenciado en Bellas Artes. Joselito dejó los estudios en primero de BUP. Reconoce que en su cabeza no había hueco para las ecuaciones y las oraciones suboordinadas, pues en su interior sólo había ya toros embistiendo y capotes flotando ante sus astas. Cada uno llegó a la literatura por diversas vías y en distintos momentos de su vida.

-Esplá: La verdad es que no recuerdo cuándo empecé a leer. Fui un lector muy precoz. Saqueaba la librería de una tía mía que estaba apuntada al Círculo de Lectores. Lo que sí recuerdo es el primer libro que leí completo. Éste sí que lo compré yo. Fue La edad prohibida, de Torcuato Luca de Tena, con tan solo 9 o 10 años.
-Joselito: Yo empecé a leer poco tiempo después de tomar la alternativa. Antes no tenía costumbre. De torero disfrutaba de mucho mucho tiempo libre. Durante la temporada, antes de cada corrida, sólo desayunaba, no comía. Después del desayuno daba una vuelta por la ciudad que fuese, y cuando ya estaba harto de pasear, a las 11 o las 12, regresaba al hotel, me ponía el pijama y ¡a leer! Leía hasta que venían para vestirme, sobre las cinco. El primer libro que intenté leer completo fue Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar, pero no lo acabé. El primero que terminé fue Cien años de soledad, de García Márquez.

-¿Les ha ayudado la lectura para abstraerse de la ansiedad de las horas previas a las corridas?
-Joselito: Sí, mucho. Ha habido días que cuando llegaba Joaquín, mi mozo de espadas, para vestirme de luces, le decía "espera, espera, que ya estoy acabando", y tenía que volver un rato después. Creo que me pasó con algún libro de Noah Gordon y con unas memorias de Alejandro Magno.
-Esplá: La lectura me ha ayudado mucho, sobre todo en los viajes y en las convalecencias tras las cornadas. En el hospital he llegado a ser feliz por todo el tiempo de que disponía para la lectura. Era como un refugio. En ese estado, que se alteran las horas del sueño, leer me ayudaba a recuperarme anímica y orgánicamente.
-Joselito: Yo también leía mucho en el hospital. Era cuando estaba más relajado. Total, tenía que estar allí por narices.

-¿Y hay algún libro del que hayan extraído alguna clave, estética o moral, que hayan aplicado siempre en su toreo?
-Esplá: No recuerdo exactamente el título del libro. Es de Clarice Lispector. Esta escritora hablaba del error de tapar nuestros defectos, porque ellos son los que nos hacen únicos. Siempre lo he tenido muy en cuenta. He aprendido a incorporar mis defectos a mi arte.
-Joselito: El hijo del alba, de Chopra, es muy bueno. He leído también muchos de filosofía hindú y árabe, que han sido muy reveladores. Y de samuráis he leído alguno que otro. Parece mentira que entre su filosofía de hace tantos años y los toreros haya tantas cosas en común.

Obligado es preguntar en este mano a mano cuál es el texto taurino esencial. Aquí encontramos la primera coincidencia, que no sorprende:
-Joselito: El que más me gusta, el que más me emociona, el que transmite mejor, a taurinos o no, lo bello y mágico que tiene la tauromaquia es Juan Belmonte, de Chaves Nogales. La figura de Belmonte es tan atractiva que atrapa a cualquiera. Y yo como torero me identifico mucho con él.
-Esplá: Para comprender el toreo creo que el mejor es Filosofía de las corridas de toros, de Francis Wolff. Pero el más emocionante es el de Belmonte, única biografía que aúna literatura y testimonio. No hace falta ser taurino para que te absorba.

-¿Y de qué escritores o intelectuales les gustaría rodearse en una tertulia?
-Joselito: Pues mira, el otro día conocí a Sánchez Dragó y me pareció un hombre maravilloso para escucharle, porque yo iría a esas tertulias de escuchante, a aprender. Me dio mucha pena no poder estar un rato más con él. También me gustaría compartir un café con Vargas Llosa, y con García Márquez, aunque con éste sería un poco más difícil. Y con pintores, directores, con personas con sensibilidad... A los que no invitaría a este café sería a los economistas. (risas)
-Esplá: A mí me gustaría que viniera Miquel Barceló, que me parece un artista fantástico, y el poeta Carlos Marzal, y para que no todo fuera sobre ruedas invitaría también a Manuel Vicent, que es el antitaurino más sublime que conozco.

No podemos pasar por alto tampoco la literatura nacional, de ahora y de antes. Así que les colocamos a porta gayola y soltamos la pregunta. ¿Cuáles son sus autores españoles predilectos?
-Joselito: Yo al que más he leído es a Miguel Delibes. He leído casi todo de él. Ahora estoy terminando La hoja roja. Leo también a muchos escritores de ahora, lo que pasa es que soy un desastre para los nombres. ¡Ah!, con el que me lo he pasado de traca ha sido con Noche de tahúres, de Raúl del Pozo.
-Esplá: Baroja, Cela y Clarín. Uno de los libros más impresionantes de la literatura española es La familia de Pascual Duarte. Y de los contemporáneos me quedo con José Luis Sampedro.

Ambos toreros, ahora metidos a ganaderos (Joselito con su propia ganadería de reses bravas y Esplá de caballos asturcones que se utilizan para terapias con niños autistas) fueron al Parlamento de Cataluña a defender el toreo, sobre el que pende el riesgo de una posible prohibición. ¿Qué recuerdo guardan de aquella experiencia tan peculiar?
-Esplá: Iba bastante tenso, porque las comparecencias previas habían sido inquietantes. Pero lo importante es que primó el respeto y el civismo, salvo en la presidenta de la mesa, que no dejó de hablar con el compañero durante toda mi intervención.

La impresión de Joselito fue menos positiva: "Yo hablé del cielo y ellos me preguntaron por cangrejos".