Novela

Deja en paz al diablo

John Verdon

22 junio, 2012 02:00

Traducción de Jovier Guerrero. Roca Editorial. Barcelona, 2012. 495 páginas, 19'

Medio año después de resolver el caso más complicado de su vida, el asesinato de Jillian Perry, el detective David Gurney sigue sufriendo secuelas físicas y psíquicas, no le abandonan las pesadillas ni pierde de vista su pistola, y siente que no hay nada mejor que un día en blanco, sin citas ni promesas. Lo malo es que no sólo no hay "paz en su libertad", sino que, a pesar de todo, es incapaz de negarse a ayudar a la hija de la periodista que le hizo famoso, por mucho que le horrorice ser conocido, por su culpa, como el superpoli. ¿Y en qué está metida Kim, la hija de la periodista? En un documental sobre un asesino en serie, el Buen Pastor, cuya identidad sigue siendo un misterio diez años después de sus crímenes.

Con un arranque como éste, un puñado de pistas que señalan a más sospechosos que páginas tiene el libro (y no son pocas), la trama acaba seduciendo al lector, atrapado por pistas, fragmentos y piezas que parecen no conducir a ninguna parte pero que acaban sorprendiendo al desvelar la verdadera personalidad del asesino, un hombre equilibrado, ordinario, de rostro "esencialmente olvidable", dueño de una maldad y rencor infinitos.