Image: Kiko Amat: Eres el mejor, Cienfuegos

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Novela

Kiko Amat: Eres el mejor, Cienfuegos

Kiko Amat

18 enero, 2013 01:00

Kiko Amat. Foto: Antonio Moreno

Anagrama. Barcelona, 2012. 288 páginas. 17'90 euros. Ebook: 13'99 euros


Kiko Amat (Sant Boi, Barcelona, 1971) ha pasado de componer una crónica generacional del largo fin de la adolescencia en Rompepistas (2009) a recrear en Eres el mejor, Cienfuegos la crisis existencial de los 40, unida a otros problemas de naturaleza económica, política y moral, en la sociedad presente Su narración está hecha con la espontaneidad y frescura características del autor, así como el humor en la visión grotesca de la realidad de nuestro tiempo.

La novela está compuesta por cinco capítulos y un epílogo, todos ellos fragmentados en breves secuencias con títulos cargados de ironía. Su protagonista y narrador es Cienfuegos, un periodista pirado que se enfrenta a la crisis de los 40 separado de su mujer y en precaria situación laboral, que acabará con él engrosando las filas de los desempleados. Porque su ex mujer lo echó de casa, Cienfuegos va cayendo cada vez más bajo en los sucesivos lugares donde puede tener un refugio para seguir viviendo, hasta que, tras múltiples idas y vueltas por la Barcelona de finales de 2011, encuentra su nuevo espacio en el piso de una amiga y compañera del periódico, con la cual experimenta la íntima esperanza de iniciar una nueva vida. Pero antes ha debido superar los riesgos de un periodismo domesticado que le ofrecía mejores condiciones laborales y económicas, haciendo valer en su renuncia la dignidad y la solidaridad que lo llevarán a manifestarse con los indignados del 15-M.

La crisis existencial de los 40 encarnada en el narrador y protagonista queda de este modo integrada en la crisis de alcance colectivo experimentada por la sociedad actual azotada por la corrupción política, los desmanes económicos y los recortes. Todo esto podía haber cristalizado en una novela canónicamente seria, por la gravedad de los conflictos planteados, pero el autor ha privilegiado el enfoque humorístico para completar una divertida narración grotesca donde casi todo queda sometido a deformación caricaturesca, incluso en los momentos de mayor regeneración moral del protagonista.

Éste es el tono dominante en la narración del extravío existencial de este perdedor, un infeliz que representa la paradoja de un sentimental sin amor, en creciente lucha con su otro yo (el depravado, al que llama El Podrido), que le impidió ser feliz con lo que tenía. De ahí el humor triste que invade su narración, impregnada de melancolía y nostalgia latentes en la deformación grotesca que proyecta su acerada crítica en la caricatura de casi todo, desde sus propias chifladuras hasta la corrupción social y moral que envenena este sistema político que "parece democracia pero no lo es".