Image: Muchachas

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Novela

Muchachas

Katherine Pancol

7 noviembre, 2014 01:00

Katherine Pancol. Foto: Joan Manuel Baliellas

Traducción de Paz Prunela. La Esfera de los Libros, 2014. 416 páginas, 19 euros

Muchachas así, a secas, y en español, se llama la nueva apuesta de Katherine Pancol (Casablanca, Marruecos, 1954), la escritora francesa más vendida en el mundo y que supo captar en su día la atención de un público femenino con la trilogía de Los ojos amarillos de los cocodrilos. Tras un desvío más cercano a su mundo periodístico -el año pasado publicó la biografía de Jackie Kennedy-, en esta nueva trilogía Pancol vuelve a la vida de sus entrañables personajes, Joséphine, Hortense, Gary, etc, junto con otros, la mayoría femeninos y que se acercan al tema de las mujeres maltratadas. La idea de escribir sobre la violencia de género le vino al ver a un marido que pegaba a su mujer embarazada en un bar, delante de sus otros hijos.

Muchachas son tres volúmenes que alcanzan en total 1.400 páginas. Publicados los tres con apenas unas semanas de distancia, el lector se pregunta de dónde saca tiempo para escribir tanto. Es cierto que una de las peculiaridades del estilo de Pancol es esa rapidez, esa frescura en los diálogos incesantes que alternan los personajes, entre París, Londres y Nueva York.

La trilogía se abre con un magnífico primer capítulo, en el que nos reencontramos con la guapa y creída Hortense Cortés, que ahora vive con el amor de su vida, Gary Ward, estudiante de música superdotado y por quien todas las mujeres de la escuela suspiran. Los capítulos van alternando parejas de personajes y lugares. En el segundo capítulo aparece Stella, personaje "estelar" de esta trilogía, tan fuerte de carácter como frágil en su interior. Stella ha vivido el maltrato de su madre Léonie, mujer de 60 años casada con Rai, un bombero forzudo, al que todos admiran por su labor humanitaria, mientras por la noche pega a su mujer. Stella trabaja en una empresa de chatarra en una ciudad imaginaria. Como muchos de los personajes de Pancol, esta mujer, una especie de antihéroe, no tiene nada de particular. Pero Stella es entrañable, inteligente, sensible y sobre todo, alejada de los vicios de la apariencia que hoy abundan tanto. Stella debe protegerse con unos perros si quiere que los hombres la respeten. Esos personajes imperfectos son los que borda Pancol. Ya nos ofreció con Joséphine, una mujer casi transparente, pero que escondía un alma maravillosa. Incluso la brillante Jackie Kennedy, aparece en la biografía de Pancol, como un personaje vulnerable.

Asimismo, con la historia de Stella la novela se acerca a una Francia menos conocida, una Francia rural, en la que vemos actuar a unos personajes quizá menos cultos o glamurosos que en las novelas anteriores de Pancol, pero no menos reales. En este aspecto, la autora da un paso más en su narrativa e introduce en una novela de corte ligero, una realidad dura que, de alguna manera, nos afecta a todos.

El estilo de Muchachas es ágil y moderno. Pancol apela al estilo folletinesco para llevar a sus lectores por temas poco amables como el maltrato. El lector se encuentra alienado con estos personajes tan cercanos y simpáticos. Personajes que son, la mayoría, esas muchachas que dan nombre al libro, jóvenes o no tan jóvenes, que sufren, callan y luchan por sus hijos, por su amor, por su familia, por su trabajo, en un mundo que sigue siendo fundamentalmente machista.