Image: El tiempo cifrado

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Novela

El tiempo cifrado

Matías Escalera Cordero

30 enero, 2015 01:00

Matías Escalera Cordero

Amargord. Madrid, 2014. 274 pp., 14€

Escritores como Matías Escalera Cordero (Madrid, 1956) son necesarios para dar cuenta de la época que vivimos por medio de narraciones alternativas fundadas en la disidencia frente a la versión oficial de la historia manipulada desde instituciones políticas y económicas y difundida por un sistema literario saturado de novelas desideologizadas. Hay un grupo de autores que, con Chirbes como máximo exponente y otros como Gopegui, Isaac Rosa y Marta Sanz está llevando a cabo una reinterpretación de nuestro pasado cercano y de su proyección sobre nuestro presente, con el derrumbe de cuanto se ha quedado "en la orilla".

Escalera Cordero, autor de tres libros de poesía, una obra de teatro, la novela Un mar invisible (2009) y el volumen de cuentos Historias de este mundo (2011), se sitúa en este grupo. El tiempo cifrado, su segunda novela, fue la primera en escribirse pero ha sido reescrita para su publicación. En ella se hace una revisión crítica de la transición, remontándose a las postrimerías del franquismo, hasta la apoteosis política y social en 1986, fecha emblemática de la historia reciente de España por su entrada en la OTAN y en la CE, y su deriva hacia los 90 con la Expo en Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona'92.

Para dar cuenta de aquellos años el autor ha querido aunar la objetividad de los datos sobre hechos colectivos y la subjetividad de los personajes que protagonizan su novela. En este planteamiento se apoyan los aciertos más importantes de El tiempo cifrado, que son de índole formal y estructural.

Los hechos históricos aparecen resumidos en noticias al principio de los capítulos; el ambiente de la movida madrileña está resaltado en los paratextos que encabezan los capítulos con fragmentos de canciones de los 80; y la vida de los personajes, desarrollados en espacios madrileños reconocibles, pero también en exilios en París, con desplazamientos a Moscú y Roma, emerge en el texto por medio de relaciones de narradores en primera o en tercera persona que se difuminan para dejar paso a la voz de los personajes, donde la realidad de aquel Madrid "cutre y putañero" aflora ante el lector.

En esa encrucijada política y social, un prestigioso profesor de la universidad madrileña ha matado a un hombre y bebido su sangre como venganza contra un crimen no menos salvaje cometido por la víctima. Sobre dicho fondo de novela negra, marcado por la violencia, el sexo y las drogas, también por los encuentros y desencuentros en las relaciones del protagonista con sus compañeros de lucha, con sus amantes y con su hijo, se va construyendo una novela-ensayo centrada en el análisis de aquellos años, con el asco acumulado por sueños rotos ante la imparable ascensión capitalista.

El tiempo cifrado amplía su revisión del pasado inmediato con las explicaciones que el profesor Aróstegui ofrece de autores que hace siglos destacaron por "una conciencia que se manifiesta como conflicto doloroso" (p. 234), como el autor del Libro de Buen Amor. Con ello se completa un texto híbrido de notoria modernidad literaria, con una prosa cuidada y aliento poético en muchas páginas. Ahora bien, absténganse quienes busquen mero entretenimiento.