Image: La habitación de los niños

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Novela

La habitación de los niños

Valentine Goby

10 junio, 2016 02:00

Valentine Goby. Foto: Babel

Traducción de Isabel González Gallarza. Siruela, 2016. 204 páginas, 24'50 €

¿Qué misión tiene la literatura ante la Historia? La escritora francesa Valentine Goby (Grasse, 1974) es una especialista en temas referentes a la II Guerra Mundial. Con libros como L'Echappée, sobre los amores prohibidos de un joven francés bajo la Ocupación alemana o Qui touche à mon corps je le tue, sobre los dolores del aborto en los años 40, publica por primera vez en España su novela con más éxito hasta la fecha, La habitación de los niños (Siruela), sobre los nacimientos de bebés de deportadas en los campos de concentración. La obra ganó en Francia el Premio de los Libreros en 2014, entre otros. Goby, que escribe sin prejuicios sobre la maternidad y las situaciones extremas en las que se ve expuesto el ser humano, es una personalidad en el mundo literario francés.

Quizá sea la primera vez que se habla sobre los niños que nacieron en los campos de concentración en la II Guerra Mundial. Goby sitúa su novela en Ravensbrück (Alemania), donde fueron internadas 40.000 mujeres de varias nacionalidades y religiones. Mila, el personaje principal de la novela, es francesa y cristiana, y su arresto se debe a la ayuda que le prestaba a la Resistencia desde la tienda de música en la que trabajaba. Cuando es arrestada por la Gestapo y deportada al campo de Ravensbrück, Mila está embarazada de tres meses. Así lo recuerda el personaje, años después, delante de una serie de estudiantes en un instituto, en la primera escena de la novela.

Rememorar, ofrecer testimonio de lo que ha pasado, de lo que se ha vivido, de nuestra historia, ¿acaso no estamos hablando de la función de la literatura? Solo el arte, la literatura, es capaz de hacer sentir, con tanto realismo, hasta los sentimientos más extremos: hambre, dolor, suciedad, frío, terror. El lector debe aprender junto a esta joven mujer un nuevo lenguaje, un nuevo código de conducta, el que opera en el campo de Ravensbrück. A duras penas, Mila podrá esconder su embarazo, ayudada por las otras refugiadas que le proporcionan más alimentos y medicinas, pero en cuanto da a luz, el niño no sobrevivirá. Ante la agonía que tan bien muestra la obra de Goby, también el libro pone de manifiesto la solidaridad, la ayuda y, por supuesto, la esperanza. Hasta que la novela da un giro inesperado sobre lo que representa la maternidad en la existencia de un niño que consiguió nacer y sobrevivir en el campo, Jammes-Sacha, el hijo de otra deportada.

@JacintaCremades