Sergio Vila-Sanjuán

Cuatro años después de conquistar el premio Nadal con Estaba en el aire, el periodista cultural y narrador Sergio Vila-Sanjuán (Barcelona, 1957) publica su tercera novela, El informe Casabona, que la editorial Destino clasifica en un nuevo género literario, el "misterio periodístico", en sí mismo un enigma. (Otro sería por qué se añaden al libro siete páginas con fragmentos -elogiosos, por supuesto-, de reseñas de sus anteriores novelas).

El relato comienza en el banquete oficial del premio Cervantes, con la muerte (¿asesinato?) de Alejandro Casabona, un empresario catalán de éxito. Monárquico y fundador de un partido bisagra clave durante la transición, tras años de defraudar a Hacienda, en el momento de su muerte estaba abocado a ceder parte de su colección de arte al Estado y a malvender el resto para eludir la cárcel. Su vida personal también era conflictiva (su segunda esposa, su gran amor, murió asesinada), sin que falten estereotipos como el hijo rebelde y drogadicto, la hija ambiciosa, la tercera mujer advenediza, el yerno desleal... Todo esto lo va descubriendo al lector gracias a Víctor Balmoral, trasunto del autor (y, como él, responsable de las páginas de libros de un diario catalán), al que el Instituto de Estudios Éticos encarga la elaboración de un informe que escudriñe la vida del empresario.

Y, sin embargo, cuando parece que sólo es una novela más sobre la corrupción que asfixia esta sociedad apesebrada, surge un capítulo espléndido, "La guerra civil de la familia Casabona", que justifica por sí solo la lectura, por su ritmo, intriga, profundidad, original punto de vista y emoción. Una fascinante carga de profundidad que nos retrata hoy narrando nuestro pasado más trágico, sin sentimentalismos e incluso con golpes de humor.