Image: El abismo verde

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Novela

El abismo verde

Manuel Moyano

5 mayo, 2017 02:00

Manuel Moyano. Foto: Teresa Piqueras

Menoscuarto. Palencia, 2017. 166 páginas, 16'50€

Como ya ocurriera con su novela anterior, El imperio de Yegorov, finalista del premio Herralde 2014, Manuel Moyano (Córdoba, 1963) rinde homenaje en El abismo verde a los clásicos de la novela de aventuras y de la narrativa fantástica, de H. Rider Haggard y Kipling a H. G. Wells, Conrad y Lovecraft. Y lo hace con una historia más que inquietante: un joven sacerdote español que atraviesa una profundísima crisis de fe acaba "castigado" en un olvidado pueblo del Amazonas, Agaré, que en tiempos fue la explotación de cobre más grande del país.

Reducida a la miseria, sobrevive gracias a una empresa papelera europea, pero apenas la habitan un puñado de leñadores mestizos que son casi animales, además de Gerhard Lavinger (el dipsómano delegado de la papelera), su mujer, y Montesinos, el sátrapa local. Cerca del pueblo hay una ciudad milenaria en ruinas, "envuelta en una hermosa tristeza", hacia la que se precipitan algunas noches los mestizos entre las sombras, para encontrarse, como descubrirá más tarde el sacerdote (y el lector con él), con unas mujeres del inframundo que viven bajo tierra y no soportan la luz del sol.

Lo mejor del relato, que evoca por momentos Las aventuras de Allan Quatermain de H. Rider Haggard (el cura llega a plantearse qué haría Quatermain en su situación), es su retrato, a veces asfixiante, de ese abismo verde de escala y leyes inhumanas, su irresistible sentido del humor y su afán de provocar con sus descripciones de los leñadores semihumanos o de esas mujeres (súcubos) de las cavernas a las que compara con las ratas topo lampiñas. Los lectores desprejuiciados que amen las aventuras están de enhorabuena.