Hace unas pocas semanas nos enterábamos de que la profesora Rita Gual estudiaba las similitudes entre una estatuilla romana, un tintinnabulum, y el famoso héroe belga del tupé, lo que demuestra que las reflexiones acerca de esta creación son para algunos infinitas. Michael Farr, periodista del "Daily Telegraph", es también, desde hace trece años, en que publicó su primer trabajo de investigación sobre el joven reportero de ficción, otro entusiasta de esta aventura en la que militan, a partes iguales, tintinólogos y tintinólatras. Y de todo ello da fe esta magna obra, en la que se dedica a examinar concienzudamente cada uno de los veinticuatro álbumes de la serie.
Con el apoyo de la Fundación Hergé, que le permitió acceder a sus fondos, Farr desmenuza el proceso creativo del dibujante, haciendo hincapié en el tesón de éste para la investigación y la documentación. Trata así de apuntalar la tesis, a todas luces un tanto discutible, de que el éxito intemporal de esta saga descansa no sólo sobre la fértil imaginación de su autor, sino sobre todo en esa vinculación precisa y obsesiva con la realidad.
Los lectores de Tintín tienen, pues, una nueva oportunidad para repasar sus dudas y sus certezas con esta suerte de exhaustiva visita guiada.