Image: Señales de la nueva poesía argentina

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Poesía

Señales de la nueva poesía argentina

Pablo Anadón (ed.)

14 octubre, 2004 02:00

El antólogo, Pablo Anadón, lamenta el escaso contacto entre las poesías argentina y española. Foto: Les Noticies

Llibros del Pexe. Gijón, 2004. 103 páginas, 10 euros

Diez poetas argentinos se reúnen en esta antología, con una guía introductoria de Pablo Anadón (nacido en Córdoba, Argentina, en 1963), poeta y crítico residente en Italia -no será el único de los diez- y un epílogo "Desde esta orilla", de José Luis García Martín.
En él, García Martín presenta al antólogo y escribe algunas observaciones sobre la reciente poesía argentina. El resultado es más que aceptable. Disponemos, además, de breves notas biobibliográficas de cada uno de los poetas seleccionados. García Martín resume en unas pocas líneas la situación: "Dos corrientes estéticas se habrían enfrentado durante el último cuarto de siglo en la Argentina. La primera, la predominante, es antitradicional y antilírica, urbana y objetivista; gusta del prosaísmo, del verso libre, de un realismo a ras de tierra o teñido de surrealismo y psicoanálisis que niega cualquier trascendencia y unas veces bordea el panfleto y otras, las más, se limita a reflejar en sus anacolutos el absurdo y el sinsentido de vivir. [...] La otra corriente, aunque cultiva también el verso libre (pero un verso libre por lo general basado en endecasílabos y heptasílabos), no desdeña la métrica tradicional, ni siquiera el benemérito y para tantos caduco soneto. Participa también del realismo, pero de otra manera: no el realismo sucio, sino el intimista. No desdeña los temas de siempre, los temas convencionalmente líricos, aunque en los poetas que valen la pena estén vistos con un temblor nuevo". ¿No les suena a algo parecido a lo que se viene produciendo desde hace casi un cuarto de siglo o más, en la poesía española?

Mi consejo es que, si se acercan a la joven poesía argentina, se olviden de clasificaciones estériles y la disfruten tal y como nos la ofrece el antólogo que goza de olfato y buen sentido poético. El más joven de los seleccionados es Javier Foguet, nacido en Tucumán, donde vive, en 1977. Abre el volumen Alejandro Bekes, nacido en Santa Fe en 1959, y desde 1969 residente en Concordia. Ya no es, pues, tan joven, pero, sin duda, es un poeta excelente, a la vista de las escasas muestras que se nos ofrecen. Ha publicado en España un libro de ensayos y un estudio, pero más nos gustaría leer su obra poética, editada siempre en colecciones que no llegan. Creo que es Anadón, que inicia la escritura del prólogo desde el bar de una gasolinera, quien se lamenta del escaso contacto entre las poesías argentina y española, al contrario que en otras épocas.

Tan sólo dos de los seleccionados son bonaerenses -lo que resulta inquietante- y uno de ellos es mujer. Son cuatro las seleccionadas, a las que se intenta destacar por su naturaleza, aunque lo que le interesará al lector será su capacidad lírica. Roberto D. Malatesta (Santa Fe, 1961) me parece original, más que prometedor. Es prosaísta y objetivista; pero posee la fuerza de la palabra justa. Beatriz Vignoli (Rosario, 1965) nos ofrece la capacidad de síntesis de un haiku modernizado en "Déjà vu": "Detrás, la pared blanca/de la casa paterna/y en la vereda el brillo/de mi triciclo azul". Sergio Raimondi (Bahía Blanca, 1968) parece mantener un tono más ideológico en "Ante un ejemplar de Defense of poetry con el sello Pacific Railway Library, bbca., Nº 815 (to be returned within 14 days)", que comienza: "Escrito está en tus páginas/que poesía y principio de propiedad/dos fuerzas son que se repelen,/pero escrito está también/que la poesía es infinita y divina". El repertorio de voces nos permite advertir que los caminos que cada uno de los seleccionados emprendieron no coinciden, ni siquiera con los enunciados críticos de una guerra, de la que se nos dice que esta antología podría entenderse como otra batalla. En todo caso, si les interesa la poesía, argentina o no, les aconsejo que busquen este libro y coincidirán conmigo en que la poesía argentina, aquí joven, como las de tantos países de habla española, sigue ofreciéndonos bellas muestras de vitalidad.