Poesía

Libro de los ibones

Ángel Gracia

5 enero, 2006 01:00

Ángel Gracia. Foto: A.G.

I Premio de Poesía Delegación del Gobierno en Aragón-Cajalón. Editorial Aqua. Zaragoza, 2005. 102 págs.

En este libro, que sucede a Estigma, Escultura de la nieve y Valhondo -libros me temo muy poco difundidos y ojalá no suceda lo mismo con éste-, hay una depuración del lenguaje, un ejercicio de ascesis de la escritura que lleva a inscribir nada más que la palabra esencial, diríase que la palabra justa. La impersonalidad de la escritura, aquella idea de Mallarmé, encuentra aquí su expresión: "Me siento viento/ que se frota de frío". El yo ha entrado en un trance de deshacerse y hacerse en cosas, "Yo soy árbol./ Tú eres árbol./ Ardemos juntos" dice otro poema, y participa de una empatía universal que permite también decir "Hablo como el bosque" y en fin "Pertenezco a la tierra/ donde yazgo".

Es, pues, una escritura de nadie, voz de lo impersonal que se encarna en las cosas porque es como las cosas y dice su rumor. Continuidad, entonces, de lo existente, que supera la separación de los entes, sin por ello proponer nada metafísico. Con lo anterior, no extraña que aparezca la gran analogía mundo-libro y se lea: "Leo en el cielo/ la huella honda/ del blanco sobre el nimbo" y permite explicar la razón de la impersonalidad, pues la escritura estaba ya trazada desde antes. ángel Gracia lo había ya advertido: "El libro no leído/ no tiene nombre/ y es de nadie." Sabiduría poética, que deja ver a lo lejos a Celan, a Jabès, a Maurice Blanchot, pero que cobra su propio lugar y en la excelencia en la poesía española contemporánea.