Poesía

Crisantiempo

Haroldo de Campos

20 julio, 2006 02:00

Haroldo de Campos

Traducción de A. Sánchez Robayna. Acantilado. Barcelona, 2006. 208 págs., 14’50 e.

La poesía brasileña dispone de una tradición propia en el ámbito de la vanguardia que en parte coincide con ciertos movimientos europeos e ignora, si conviene, el papel precursor en el hispanoamericano de Vicente Huidobro. Por todo ello resulta fundamental que antes de penetrar en la rica complejidad de Crisantiempo, del brasileño Haroldo de Campos (Sao Paulo,1929-2003), se acuda al prólogo de Sánchez Robayna. Porque ni la naturaleza, ni el significado, ni siquiera una lectura azarosa de la serie de poemas que contiene el libro admiten la improvisación. Bien es verdad que se señala desde un principio que Crisantiempo (1998) supone: "el testamento poético de Haroldo de Campos" y su traductor nos advierte que, tras A educaçao dos cinco sentidos (1985), donde incorporaba traducciones de Alceo o Li Po, en esta aventura posterior "lleva el procedimiento transcreador hasta un límite: la traducción como una especie de aleph en el sentido borgesiano, esto es, [...] una clave de bóveda del fenómeno poético en su conjunto". Dado el interés que manifiesta Sánchez Robayna por el fenómeno de la traducción o transcreación, no es de extrañar su fervor por el libro y por la personalidad del propio De Campos, como lo demuestran los poemas "canarios" que descubriremos en una parte del volumen, dedicados a su traductor.

Distingue, en la evolución de su obra, este último tramo de la inicial poesía "concreta" que se autodefinió como Noigrandes-Invençao, grupo integrado por Augusto de Campos (hermano de Haroldo), Décio Pignatari y Haroldo, entre otros. El nombre derivaba de una palabra provenzal integrada en un poema de Ezra Pound. Su influencia fue considerable, así como curioso el eje suizo-brasileño, y natural que su estética cabalgara sobre el resto de las artes; pero ya tras 1976, con Xadrez de estrelas, donde reúne su obra publicada, se abre hacia caminos personales y post-concretos.

Aunque Sánchez Robayna admita que los poemas de Crisantiempo procedan de "experiencias personales", concluye también que "el yo llega a menudo a pulverizarse, a convertirse en visión pura o en lenguaje entregado a su propio enigma o fuerza cantante". La horizontalidad temática reside en la actividad viajera. Así ocurrió también en el Diario fundacional de Juan Ramón Jiménez y en el libro póstumo neoyorquino de Lorca. Los testimonios poéticos se inspiran en Israel, Japón, Dinamarca, Canarias, México o Nueva York. Pero aquí no figura la anécdota, sino el propósito de captar mediante la palabra creada y creativa su esencialidad. El libro, en el que se ofrece el texto original brasileño junto a la traducción castellana, se divide en varias series: "entre venus y minerva", "finismundo: el último viaje", "personajes", "yugen: cuaderno japonés", "american impromptu", "arpa de david", "estancia en canarias", "carmina" y unas imprescindibles "notas del autor". El subtítulo del libro: ("En el espacio curvo nace un") implica ya un intento de justificar una cosmogonía inspirada en los avances de la física.

Los frecuentes neologismos, versos prestados, disposiciones en la página revelan la oportunidad de una creación verbal basada en la concepción de que el lenguaje tradicional resulta insatisfactorio. La lógica interna del verso puede no responder a las fórmulas sintácticas, sino llegar desde otros ámbitos. Las deudas al barroco son fácilmente rastreables, así como la tradición que va de Mallarmé a Pound y Paz. El erotismo resulta más que insinuado en "polifemo contempla a galatea", pero el poema no puede reducirse a una unidad temática. Hay poemas dedicados a figuras emblemáticas, como Sarduy. Se sirve de diversas mitologías y no desdeña, como en "diana cazadora", el rasgo de humor. La colocación, en paralelo, de las traducciones revela el esfuerzo por superar ciertas dificultades, pese al fraterno origen románico común. El lector puede atreverse a colaborar en la versión.

Haroldo de Campos, buen discípulo de Pound, navega entre lenguas. Conviene valorar el aspecto recreativo del traductor que colabora en hacer de este libro un texto fundamental, dada la cantidad de ecos que habrá de depararle al lector atento, a quien entienda que la poesía puede ser uno de los juegos más serios y enriquecedores y no reducirse a ingenio y facilidad.