Poesía

Ella guarda secretos

Elena Pallarés

20 julio, 2006 02:00

Elena Pallarés

Olifante, 2006. 139 págs, 12 euros

Más allá del designio metapoético que organiza este extenso poemario de Elena Pallarés -el tercero y el mejor de los suyos tras El malentendido (2002) y Ajuste de cuentas (2005)- se nos impone la intensidad del temperamento que dicta lo mejor y más memorable de estos poemas. La pasión de vida que alienta en su decir arrolla toda ideología estética y toda cavilación explícita sobre el lenguaje. Se parte, sí, de la insuficiencia de la palabra, como en la mística, como en la poética del silencio, pero entre sus grietas y sus zonas de sombra es posible trazar los signos firmes y claros del sentimiento, de la misma forma que es posible consagrar el instante sobre la conciencia de la muerte, tan palpable en todo el conjunto: "Después de hoy no aguardo otro después".

Intensamente sensorial, nunca exenta de rasgos irónicos y siempre abierta a la condición misteriosa y cambiante de la conciencia, Elena Pallarés nos entrega en Ella guarda secretos un libro amoroso ante todo. En torno a la intimidad doméstica giran la palabra y la realidad material encarnadas en el discurso erótico, que sirve, por lo tanto, de estratagema discursiva y de lugar del conflicto entre la presencia y la ausencia, entre el espíritu y la materia, tal como se formula en este poema, para mí uno de los mejores del libro: "Me gusta la materia./ Por retener las formas fugitivas/ vendería mi alma./ Por la lluvia que apaga brevemente la garganta sedienta de la rosa./ Por la nube que pasa y cubre de intimidad./ Toda la eternidad por el instante/ pasajero del vuelo, por el borde del vuelo destinado a la caída./ Mi vida por un sueño/ en donde la promesa se hace tierra".