Poesía

Nacida en cautividad

Ángela Vallvey

14 diciembre, 2006 01:00

Ángela Vallvey

Premio Ateneo de Sevilla. Algaida, 2006. 106 páginas, 11’50 euros

La paradoja de Schrüdinger sirve de referente al sentido de este cuarto poemario de ángela Vallvey que, como en El tamaño del universo (1998), parte del discurso científico para indagar en la conciencia dolorosa de las limitaciones del lenguaje sobre la que se vierte en lo esencial su escritura poética. Dicha paradoja tiene que ver con la descripción mecano-cuántica de los sistemas físicos. Un gato -aquí una gata- en una caja con un dispositivo mortal. Las posibilidades de que otro dispositivo externo lo haga funcionar o no son las mismas y las leyes de la mecánica cuántica disponen que el gato está a la vez vivo y muerto. Si se abre la caja para saber alteramos el sistema, pero mientras no se abra el gato está a la vez en una superposición de ambos estados.

Aunque este simple lector de poesía no acabe de entrar tales complejidades de la física, lo cierto es que a la luz de este modelo Vallvey logra alcanzarle con la belleza verbal y la hondura de su amplio despliegue de observaciones sobre los sentimientos, la temporalidad, la naturaleza y la materia. En la primera parte, "Nacida en cautividad", diversas voces de mujeres de distintas épocas funden en su relatividad un único discurso sobre la soledad, el valor, el silenciamiento. La extensa segunda parte, "Cielo a la deriva", y en particular "Cenit", el espléndido poema final, cifra en imágenes de cierto sentido metafísico y de cierta melancolía la singular trasposición de la paradoja de Schrüdinger a las inquietudes de la vida reflexiva y sensitiva de la voz protagonista: el amor y la muerte, la belleza, el ansia nunca satisfecha de verdad y conocimiento.