Poesía

Cortes publicitarios

Javier Moreno

18 enero, 2007 01:00

Javier Moreno

Devenir. Madrid, 2006. 59 páginas, 10 euros

Subsanando un imperdonable -aunque comprensible- olvido de Aristóteles, Juan Antonio González Iglesias enunció su ya clásico precepto "El poema de amor debe tener prevista la palabra Albertur". Y es que, para estar a la altura de una experiencia humana en permanente cambio y expansión, el lenguaje poético debe abrir sus fronteras a los nuevos modos de nombrar la realidad. Incluso cuando esa realidad se llama Nike, Telefónica o Christian Dior. O Albertur, por supuesto.

Premio Nacional de Poesía 2006 de la Fundación Cultural Miguel Hernández, Cortes publicitarios de Javier Moreno (Murcia, 1972) es alquimia literaria que, sin llegar a transformar el metal en oro, obtiene excelentes resultados semipreciosos. Su tema es simple, preciso, inabarcable: el presente como negación -por asimilación- del pasado y del futuro. Encerrar en diecinueve poemas la complejidad de nuestro mundo sería un atrevimiento; entender nuestro mundo como compendio de todos los mundos posibles y, aun así, proceder a encerrarlo en diecinueve poemas, una temeridad. De la cual, sin embargo, Moreno sale bien librado, gracias a una ingeniosa fusión de verso (cuasi)ortodoxo e hipertexto, donde cabe desde la nomenclatura química -"Como un reactivo/en la dosis correcta (una varilla/de platino/en una disolución de SO3 a 400º/=ácido sulfúrico)/un tanto de dolor puede obrar/la metamorfosis/del amor en odio" ("Bayer")- hasta la cita filosófica pasando por el eslógan publicitario -"Get lucky"- o la jerga informática - "[Pulsemos INTRO]" ("Oda a Berners-Lee") . La montaña rusa post-postmoderna, ahora en cómodo formato poético.

Técnicamente, Cortes publicitarios ofrece evidencias de que hay un método en la locura. De verso antirretórico, coloquial, en ocasiones anárquico, la poesía de Moreno transita por senderos sinuosos, pero de trazado siempre inteligente: "Qué perfección la de la metamorfosis/del líquido pasando al estado gaseoso/Miles de burbujas sumándose a la espuma/delicada venera de Afrodita/cosquilleando los labios. Propercio/acusaba a Ovidio de no ser suficientemente explícito/en sus metamorfosis. Pregunta: ¿la metamorfosis es/continua/o hay un salto cuántico del laurel a Dafne?" ("Himno a John Pemberton"). Intransigente con la pirueta sintáctica, logra extraer ritmo y significado de un orden en absoluto gratuito: "Calza el párpado con alas, alcanza/la velocidad de las cosas/Mira la luz que intenta/darse a la fuga/y casi lo consigue/Huye tú también. Síguela/si puedes" ("Nike"). Recursos visuales ("Himno a George Eastman"), aires metapoéticos - "Curioso que el hierro/fortalezca la memoria/repare su óxido. Casi/parece poesía" ("Aguas minerales")-, poemas redondos ("Ventajas de los utilitarios")… En suma, un microcosmos literario.

Reprochemos a Moreno cierta inmadurez de dicción que esporádicamente desemboca en vaguedad expresiva, un flujo enunciativo ligeramente prosaico, ocasionales acumulaciones de imágenes que vuelven confuso el concepto, una ansiedad apenas disimulada por incluir en el poema más referencias culturales de las que puede contener sin desbordarse. Y poco más. Todo accidental, nada irremediable. Poesía para mentes curiosas, inquietas y razonablemente inconformistas.

A. SáENZ DE ZAITEGUI