Image: Adonis, estrella de Cosmopoética

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Poesía

Adonis, estrella de Cosmopoética

“Sigo exiliado, porque estoy en el interior de una isla que se llama lengua árabe”

12 abril, 2007 02:00

Adonis. Foto de archivo

El próximo miércoles comienza "Cosmopoética", el gran festival de poesía que reunirá en Córdoba, hasta el domingo 22, a creadores consagrados internacionalmente como Zagajewski, Hugo Múgica, Ida Vitale, García Baena, Clara Janés, junto a nuestras voces más jóvenes (Fernández Mallo, Antonio Lucas, Elena Medel), para compartir experiencias y versos. La gran estrella de estas jornadas será, sin embargo, Adonis (1930), el gran poeta libanés nacido en Siria, que representa la mejor poesía y la inteligencia más lúcida y objetiva del mundo árabe. Autor de versos innovadores pero con toda la cauda de su tradición, y siempre con la palabra clara que el momento precisa, Adonis conversa en estas páginas con su amiga y traductora Clara Janés, a la que, además, "ha empujado" a su última aventura: la traducción de al-Mutanabbi (que ha llevado a cabo con la arabista Milagros Nuin), poeta nacido en el sur de Iraq a comienzos del siglo X, con el que él se identifica en su obra capital El Libro.

Clara Janés: Te pido responsabilidades: por tu entusiasmo me he metido en la mente de un hombre que, montado a caballo, declama sus poemas a modo de arenga ante el Emir, también a caballo, y el ejército antes de partir al combate. Me has inducido, pues, a esta metamórfosis.
Adonis: Está bien. Ya lo he dicho: la metamórfosis y la poesía están íntimamente relacionadas. La metamórfosis procede de una fuerza misteriosa y la metáfora es fuente del perpetuo renacer y de la renovación continua del movimiento creativo que incluye los contrarios: imaginación y realidad, lo ajeno y lo familiar, lo manifiesto y lo oculto… La metáfora es el nombre poético de la metamórfosis.

La vida como metáfora
-¿Y la vida? ¿Puede ser también una metáfora?
-Lo que uno escribe forma parte integrante del movimiento de la vida. Lo principal en la vida es la creación, incluso la naturaleza está en perpetua creación, renovación, cambio, así que hay una relatividad. Fíjate en este verso de al-Mutana-bbi: "Lo natural es que de noche mi camella no vea claro si para ella es más vasto mi pecho que el desierto". Al-Mutanabbi es el poeta que ha realizado mejor, entre los árabes, la unidad entre lo político y lo poético. Digo lo político porque no estaba integrado en la política de cada día. él soñaba en crear una visión política fundada en una visión poética, por esto su poesía es a la vez política y poética, nunca se quedó a medias. Actualmente ha sido muy mal interpretado, se cree que usaba la poesía para tener un cargo, dinero etc. Esto es muy superficial. él mismo lo expresó: "Yo no he escrito poesía para hacer el elogio de Kafur, sino que al hacer el elogio de Kafur hacía la crítica de toda la sociedad, porque esta sociedad me ha forzado a ir hacia un hombre como Kafur". Se puede decir que la de al-Mutanabbi es una obra total, es una vuelta a la poesía preislámica que expresaba no sólo la experiencia personal sino también las verdades del mundo: la verdad. Pero después del Islam la poesía fue apartada, porque la verdad sería dicha por el Islam, por la religión, que tiene su exclusividad.
-¿Tan radical fue el cambio?
-A partir de entonces, el poeta debe hablar sólo de sus sentimientos, de su experiencia personal. Lo que se hace no tiene nada que ver con lo anterior: hay una ruptura entre el pensamiento, la filosofía y la poesía. Evidentemente los poetas no escucharon las normas religiosas y fue Abu Nuwas el que empezó a decir no, y a expresar que en la poesía el lugar de la experiencia personal va unido al de una experiencia más abarcadora. Al-Mutanabbi estaba con-
vencido de que la poesía es una obra cósmica que dice la persona, la sociedad y el universo a un tiempo, y es esa su contribución extraordinaria.

Prisionero de dos cárceles
- Y sin embargo, escribió muchos poemas de ocasión.
-Este tipo de poemas en Europa también se producía. Había poetas en la corte; y en cuanto a los árabes, el poeta hacía un trabajo, en vez de mendigar por falta de recursos. Los grandes escribían para los políticos, todos excepto al-Maharri. éste decía: "Soy prisionero de dos cárceles: mi casa y la poesía". Cuando Cioran lo leyó, me dijo: "Adonis, si hubiera sabido que teníais un poeta así no habría escrito. No he hecho más que repetir lo que dijo al-Maharri".
-Hablemos un poco de métrica.
-En la poesía árabe hay 16 modelos, pero ningún poeta los ha empleado todos, cada uno escribe según su personalidad. Es de señalar la diferencia que hay entre los poemas largos y los cortos.
-Sí, hay poemas que recuerdan a los rubayat persas. ¿Cuál es el origen?
-Los rubayat no se escriben entre los árabes; es decir, surgen sólo por imitación y muy tarde, en el siglo XVIII y XIX, y no salen bien.
-Y, con todo, esos poemas tan breves…
-En la poesía árabe hay muchos poemas de cuatro o dos versos y hasta de uno. Son los que se hacen cuando el poeta habla de una cosa: una mesa, una flor, colores… Se llevaban a cabo incluso concursos de poemas de este tipo. Por ello hay muchos semejantes a los haikus. Se habla del haiku referido a la poesía japonesa y es de origen árabe.
-Nunca lo hubiera imaginado.
-Los árabes son siempre inducidos por lo extranjero y no ven su propia tradición; pero, curiosamente, a la vez defienden la herencia y la tradición. Seducidos por lo occidental lo imitan. En el caso del haiku lo han creado y no se dan cuenta. Ese juego poético árabe es también japonés: el renga. En la UNESCO lo hicimos una vez: diez poetas alrededor de una mesa. Tú dices un verso y otro sigue... En ese encuentro dije: "Esto era árabe y ahora resulta que es invención japonesa". Los japoneses dijeron: "tal vez nos venga de los árabes pero vosotros lo habéis abandonado y nosotros lo cultivamos".
-Pero el haiku es distinto del verso breve árabe, es una forma de expresión particular, con sus reglas establecidas, aunque sin duda en algo ambos son lo mismo: se trata de atrapar el momento. Lo que decías: una mesa, un objeto.

"Por eso no hay libertad"
-En el seno de la civilización árabe hay muchas cosas. Es decir, la política era árabe, pero había toda una mezcla, un mestizaje de culturas extraordinario, persas, kurdos, indios, todos… La sociedad árabe ha tenido una riqueza que sobrepasaba el régimen que era musulmán o árabe.
-Pero acabas de decir que el Islam…
-Cierto, la religión ha sido a veces un medio de apoderarse del poder, y siempre un medio para controlar la sociedad, pero no hay que identificar el régimen con la cultura.
-Supongo que hay momentos y momentos, tú mismo te exiliaste.
-Y sigo exiliado, porque estoy exiliado en el interior de esa isla que se llama "lengua árabe". Los poetas, los pensadores, todos los que tienen algo que decir viven, en cierto modo, un exilio. Pero está claro que hubo un momento en que si no criticabas la religión podías hacer lo que querías. Ahora no, incluso si no criticas la religión, si criticas la política… Ahora el régimen se ha convertido en todo: lo económico, la sociedad, todo. Y la cultura. Por eso no hay libertad. No puedes criticar la educación, la economía… Es que es así: no se puede hablar, por ejemplo, de la situación de la mujer sin hablar de los versículos del Corán que conciernen a la mujer. De modo que la crítica no existe. Una vez quisimos hacer en mi revista, "Mawakif", un número exclusivo sobre la situación de la mujer árabe, intentando responder a la pregunta: ¿por qué la mujer árabe no existe? No es dueña de su cuerpo, no es dueña de su pensamiento, es dependiente en todos los planos. ¿Por qué? Pues bien, para obtener una respuesta se necesita utilizar el Corán, por lo menos leer los textos de la religión. No encontramos a nadie que quisiera hablar de eso, nadie se atrevió porque, por ejemplo, el Corán dice que en cuanto a testigo un hombre vale por dos mujeres. ¿Por qué? ¿Por qué, en lo que respecta a las herencias, el matrimonio…? En vista de eso decidí acabar: si no podemos decir lo que hay que decir es mejor callar. No, si no puedo replantear los problemas de la sociedad para ponerlo todo en cuestión, no sigo. Esto no quiere decir que el mundo se haya acabado. Es que la situación social se ha degradado. En este contexto, los hombres se sienten prisioneros, pero la vida siempre lo supera todo, y la historia también. Y la grandeza del hombre es que forma parte de la historia, pero puede superarla.