Poesía

Canciones del que no canta

Mario Benedetti

19 abril, 2007 02:00

Mario Benedetti. Foto: Archivo

Visor. Madrid, 2007. 148 páginas. 10 euros

Como homenaje a la memoria de su esposa, publica Mario Benedetti uno de los poemarios más emocionados de su extensa obra. Libro de amor y despedidas, de reflexión sobre la soledad y las postrimerías, pero también de afirmación vital, Canciones del que no canta, escrito a los 87 años, muestra que no decae ni el temple humano de su autor ni el dominio de su palabra poética, musical y depurada. La voz lírica de Benedetti es siempre auténtica y no teme el poeta ser directo ni incurrir en el uso de simbolismos comunes, porque sabe darles aire personal y emoción viva, ni tampoco abordar la propia intimidad confesional en la elegía por la esposa, en las reflexiones sobre el vivir y sobre la historia colectiva o en los homenajes a los autores y a las músicas que enriquecieron su biografía.

En cuatro secciones se distribuyen los 91 poemas de este libro. "Canciones del que no canta" y "Sonetos con destino" acogen estrofas regulares en que los juegos de rima y los quiebros del verso refuerzan el tono mantenido de humor e ironía que las agrupa. El homenaje a la milonga se abre en variedad de temas: el amor, el erotismo, o la inquietud del tiempo y la melancolía, que siempre resultan distanciadas por la capacidad afirmativa de Benede-tti que termina imponiéndose, como en "Milonga de la vejez": "acordarnos de los años / a veces nos hace mal / lo mejor es que archivemos / la vejez en el morral". Los "Sonetos con destino" mantienen esa misma y difícil energía vitalista pero despliegan un repertorio crítico de calado: "Lucha de clases", "Soneto del enemigo" o el incontestable "Soneto en guerra", que dirige la sátira de la violencia hacia la denuncia de las justificaciones morales: "no hay guerra sin un dios que la presida / bendiciendo la sangre que se vierte (…) por eso el intuitivo lo ve claro / ya que no hay religión sin metralletas / por las dudas elige ser ateo". Un "Soneto con bailongo" cierra luminosamente la serie.

En "De amor y de vida" la muerte de la compañera y el autoanálisis sentimental orientan una palabra que evita el patetismo gracias a la contención y a la sugerencia irónica que pone luz en un recuento existencial que, sin obviar la sátira social, se abre a la celebración de lo gozado y a la conciencia de "Ser unánime": "Soy el que soy porque los otros son / las miserias nos unen fuertemente / el poder y el dinero nos separan / pero somos el mismo / el que nacimos / berreando entre pañales como un gato". Cierran el libro las reflexiones de senectute de "Más o menos" con una renovada lección de vitalidad de este "corazón octogenario" que se enfrenta a "la gran tiniebla / la que aguarda en el fondo de las cosas" y que se deja de metafísicas para seguir hurgando en lo real: "hoy el apocalipsis / se ha transformado en amuchalipsis / y el mundo sigue andando / con San Juan y su Dios / jugando al truco".