Image: Ausencia, presente y otros poemas

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Poesía

Ausencia, presente y otros poemas

Stephen Spender

22 noviembre, 2007 01:00

Stephen Spender. Foto: Archivo

Traducción de E. Iriarte. Lumen. Barcelona, 2007. 235 pp., 14,90 euros

Para todo el grupo de Oxford -generación poética a la que perteneció Stephen Spender (Londres, 1909-1995)-, parecían haber sido destinadas las palabras que otro miembro de la misma, W. H. Auden, escribió: "La poesía primitiva dice cosas sencillas dándoles rodeos, mientras que la poesía moderna intenta decir directamente cosas complicadas". La tendencia al coloquialismo, a lo íntimo y al compromiso en un tiempo sacudido por tres grandes guerras -las dos mundiales más la civil española-, son características que afectaron al grupo, del que formaron parte además los irlandeses Cecil Day Lewis y Louis McNeice. Más difícil resulta integrar en este grupo a otros coetáneos, como William Epson o Robert Graves. El mismo Spender ironizó sobre su pertenencia a dicha generación, formada primordialmente por cuatro personas que, como afirma Eduardo Iriarte, cuidadoso traductor y prologuista de esta edición, "nunca llegaron a encontrarse juntos en una misma habitación hasta mucho más adelante". Aunque sí hubo coincidencias notables en sus vidas: pertenecieron a la floreciente burguesía, fueron alumnos de los mejores colegios y se encontraron de golpe descolocados en un tiempo de convulsiones ideológicas y de guerras. Brotó así en ellos una "culpabilidad de clase" que les llevó a un compromiso obligado y al posterior desengaño.

Seguramente este proceso se dio de manera más viva, por sincero, en Spender, quizá el más brillante poeta de su generación, aunque la fama se la haya llevado Auden. Spender se salió enseguida de un poetizar plano y simple, y el tono más inspirado y encendido de su poesía lo ha acabado distinguiendo. Su compromiso social lo encauzó en la causa republicana y, luego, como bombero voluntario en el Londres de la II Guerra Mundial. En la contienda española, opta por una actitud de "compasión", huyendo del maniqueísmo. De ahí que regresara de la dura prueba española, como cuenta en sus memorias -Un mundo dentro de un mundo (1951)- no sólo derrotado, sino también confuso. El mejor fruto serán los poemas escritos en aquellos días, o de tema español, como el que le dedicara a Altolaguirre ("A un poeta español"), o el más extenso "La costa de la ciudad de Barcelona".

Fiel al tono conmovedor de una tradición inmediata que había encarnado Thomas Hardy y a un lirismo con el que Eliot lo definió pronto, Spender se muestra con voz segura y nada solapada en los poemas de esta edición; ya desde los primeros, más breves, pero henchidos de una fuerza restallante. Vienen luego otros memorables, como "La mascarilla mortuoria de Beethoven", en los que ansía un tono de intemporalidad. Lo gris y lo temporal -tendidos eléctricos, suburbios, los ataques aéreos- surgen en títulos y versos, pero siempre hay esa tensión inspirada que no encontramos en sus compañeros de generación.

Cierra el poeta este volumen indagando su infancia, único territorio objetivo donde él pudo alcanzar al fin esa nada, origen o centro que persiguió en su escritura, y ante el que pudo decirse de manera definitiva: "YO SOY". Es también el momento en el que ese "laberinto de espejos" engañosos que son pasiones e ideologías, parece tener una salida, pues se frena la terrible dualidad que representan la oscuridad (el "caos") y la luz ("mi voluntad"). "Las armas escriben la razón definitiva del dinero/ en letras de plomo". Pero más allá de esa razón, hubo otra para él: la de su escritura, que fluye bajo nuestros ojos. Es la razón de sus poemas, que "atraen de regreso al círculo/ de tu soledad, que todo lo abarca".

A un poeta español

Contemplaste por la ventana el vacío

de un mundo que explotaba:

piedras y escombros proyectados hacia lo alto en

[una fuente

empujados de soslayo por una ráfaga de viento.

Toda sensación excepto la soledad

drenada de tu mente

por la ausencia de objeto inmóvil alguno que el ojo pudiera detectar.

Eras de nuevo un niño

que por primera vez ve acontecer [...]