Image: Los pies del horizonte

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Poesía

Los pies del horizonte

José Gutiérrez Román

17 junio, 2011 02:00

José Gutiérrez Román. Foto: Diana Alonso Delgado

Premio Adonáis. Rialp. Madrid, 2011. 61 páginas, 9'50 euros

Llevar la contraria a los poetas: nada nos gusta más. Excepto disentir de los que están de acuerdo con los poetas. Eso nos gusta más todavía.

De José Gutiérrez Román (Burgos, 1977) suele decirse que es: a) reflexivo, b) intimista, c) sencillo. Pues vale. Pero también es: a) teatral, b) muy divertido, c) complicado. En Los pies del horizonte el poeta intenta manipular el lenguaje, el lenguaje no se deja, el poeta no se rinde. A Gutiérrez Román (como a nosotras) le gusta la contradicción. Desde "mi destino es ahogarme de sed" hasta "nos engañaríamos si no nos mintiésemos", sus versos se abandonan a la paradoja en caída libre: "Contradiciendo en parte/ lo expresado en el poema anterio" sugiere una concepción dialógica de la poesía, una metapoética lúdica y rigurosa. Gutiérrez Román usa la repetición como arma ("Sueño con barcos/ que atraviesan el horizonte,/ pero nunca voy/ en los barcos,/ sino en la estela/ que deja tu mirada/ tras los barcos que cruzan/ el horizonte") y la aliteración como válvula de escape ("soy un sedentario sediento de horizontes lejanos"). Se pone en la piel de Fernando Pessoa, que se puso en la piel de tantos. Modera su tono de voz, pero sabe cuándo sonar magnífico ("Hasta el más mezquino de nuestros reflejos/ parece atesorar una mayor luz"). A la poesía la convierte en aritmética de trenes que salen y se encuentran. Es mesurado, sereno, honesto. Pero también creativo, provocador, juega con nosotros.

Por momentos intertexto de sí mismo, este Adonáis 2010 no es sólo un acto de imaginación al servicio de los sueños rotos, las vidas no vividas. Es también una reconstrucción de la personalidad, una reinvención del mundo, por medio de los lenguajes inteligentes. Nosotros no borramos la memoria: ella nos borra a nosotros. A los pies de la buena poesía, siempre.