Opinión

Entre 800 vates y sin artimañas

31 octubre, 1999 02:00

Prohibido, señores críticos, panegiristas y demás patulea, volver a mencionar la singular silueta de la cabeza de nuestro querido Pepe Hierro. ¡Un poco más de imaginación!, que son ya muchos años escuchando lo de la testa de bronce y lo del perfil de tártaro. Le dan un premio a Pepe y aparece enseguida a su alrededor el gremio al completo de obreros tomándole medidas del cráneo y buscando metáforas manidas para coronar su frente. Porque para baquetear a nuestros vates y otros literatos, ya se encargan los extranjeros que, luego, ellos tanto admiran.

Camilo José Cela quiere ser otra vez jurado del premio Cervantes. Vamos, que lo va a ser. Y tan amigo de sus amigos como siempre, quiere serlo para premiar a Francisco Umbral, que va siendo hora. El jurado se reunirá a primeros de diciembre, como es habitual, o sea, que hay tiempo por delante. Pero ojo con Jorge Edwards.

Dice Mañas sin artimañas que su Songko 95 cierra una etapa. Más le vale, que sus antiguos editores aún se hacen cruces de lo poco que vendió Soy un escritor frustrado (Espasa): seiscientos cincuenta ejemplares, para una tirada inicial de 20.000 ejemplares. ¡Eso sí que es frustración!

Me dicen por lo bajini mis contactos planetarios, que al último libro de Terenci hubo que aplicarle un "lifting" del copón, de esos que tanto les gustan a las arpías de su imaginario. Terenci va de literario con Chulas y famosas, pero el vitriolo que vierte en su libro se ha transformado en leve ungöento en las mil y una entrevistas que ha repartido por doquier. Mejor así.

No será chula, pero vaya si no es famosa mi querida Carmen Alborch. Le habrán quitado el coche oficial, el móvil ministerial y los cubiertos de protocolo, pero a la "ex" más famosa de España no han conseguido quitarle la devoción por los saraos de la cultureta. Lo mismo le da presentar a Terenci que Speaking in silver (Hablando en plata), de Ignacio Ochoa y Federico López. Pues eso, que la llameante ex ministra de Cultura continúa, sola y sin peligro, con su agitada vida social. Ya saben, son los gozos y las sombras de una manera de vivir.

La revista francesa "Le mond de la musique" publica en su último número un artículo sobre el pianista Bashkirov en el que se informa que da clases en la Escuela Reina Sofía. A continuación añade que tal escuela está dirigida por Paloma… ¡Picasso! Claro que para errores el aparecido en uno de los discos criticados en un suplemento cultural. El firmante escribe de un inexistente concierto para arpa de Gerhard. Y es que así le sonó el "harpsichord" inglés, que sin embargo resulta que significa clave. Vamos, que ni se había oído el disco, ni sabe inglés, ni que Gerhard no compuso ningún concierto para arpa.

Un perverso profesor titular, deseoso de hacer méritos para la cátedra, me ha remitido fotocopiado un artículo de Jonathan Mayhew -The Avant-Garde and It"s Discontents: Aesthetic Conservatism in Recent Spanish Poetry- publicado en la prestigiosa "Hispanic Review" (Vol. 67, Nº 3, Summer 1999) en el que despluma sin misericordia la poesía de Luis García Montero y otros vates de la experiencia. Acostumbrados a seguir a los americanos en todos sus bombardeos, no está mal que les metamos de vez en cuando en alguna de nuestras guerras, aunque sean líricas.

O chocientos veintiocho vates de aquí y acullá se han presentado al premio Loewe. Una minucia, al lado de las pretensiones de algunos jurados y consortes con suerte. Son las peores. Vean, si no, lo que una insobornable, que rechazaba dinero, le sugirió a Loewe: ¿Qué tal ese juego de maletitas de Vuitton? Casi un quilo del ala, el juego de marras... Y no era broma. A lo que iba, ochocientos veintiocho poetas ( y no todos de la experiencia) esperan el fallo el próximo 11 de noviembre.

A otros, también mecenas, más les valiera bajarse en marcha. Resulta que va la Renfe, que como saben patrocina el premio Antonio Machado de cuentos, y perpetra el siguiente cartelito en la estación de Chamartín: "¡Bienvenidos a Madrid. Disfrutar [sic] de su viaje!" Olé la prosa castigada.

¡Y algunos dicen que la música no tiene capacidad de convocatoria! El violinista y director Vladimir Spivakov, tan ligado a España, acaba de tomar posesión de su nuevo cargo como director musical de la Orquesta Nacional Rusa sustituyendo a Pletnev. Tras el concierto, al que por cierto se presentó con pelo blanco -antes se lo teñía- para dar más sensación de seriedad, hubo una recepción en su casa. El primer ministro ruso, Putin, que se había excusado por no poder asistir a la sesión musical, sí que se presentó en la casa moscovita de Spivakov y con él un montón de dirigentes y personajes famosos. Por cierto, el gerente de la citada orquesta vive en Marbella. ¿Cómo lo hará? Cosas de rusos.

¿P or qué no ha sido incluida España en la gira del pianista Krystian Zimmerman? Nos hemos quedado sin los dos conciertos de Chopin en lo que habrán sido versiones de referencia. Unas cuarenta ciudades han disfrutado del gran músico, ninguna de ellas nuestra. Y Zimmerman es habitual en nuestras salas. ¿No habrán tenido la culpa los veinte millones pedidos por su agente, para cada actuación?

Y es que la abstinencia no es buena, y si no, que se lo pregunten a Carlos Marzal, que se ha empeñado en escribir la novela del nuevo milenio y dedica a su obsesión 18 de las 24 horas del día. Los que lo han visto últimamente cuentan que no sale de casa, que ha renunciado a su vida de crápula y que, zozobrando entre las ya más de 700 páginas de Los reinos de la casualidad, quien fuera uno de nuestros más apuestos y celebrados poetas se ha convertido -flaco, demacrado y medio tartamudo por la debilidad- en un juguete de su propia voracidad grafómana. Para que luego hablen de los peligros del alcohol y las drogas.

A pesar de nuestra necrofilia literaria, el centenario de Miguel Angel Asturias ha pasado como si nada por estos pagos. En la otra orilla, en cambio, ha sido lo contrario. Esto escribe Monterroso del autor de El señor Presidente: "Los buenos libros son buenos libros y sirven para señalar los vicios, las virtudes y los defectos humanos. Pero no para cambiarlos.[...] los pobres son ahora más pobres, los ricos más inteligentes y los policías más numerosos. Y El señor Presidente sobrevive a toda clase de traducciones, al Premio Nobel, a los elogios de la crítica, al entusiasmo del público".

El distribuidor y exhibidor cinematográfico González Macho enciende unas salas y se le apagan otras. Algunas películas tienen descanso involuntario. A la comodidad de sus butacas se le añade un "break" para visitar, si fuese menester, el lavabo. Cuidado con los cortes... nada publicitarios.

Juan PALOMO

Jorge Amado: A pesar de una depresión postoperatoria por su afección cardiaca, intenta acabar La apostasía universal de Agua Brusca, y reconoce: "sólo tengo dos temas: una explotación de cacao al sur de Bahía y Bahía. Soy un escritor de putas y vagabundos".


MOntale: Tal vez lo más permanente del año conmemorativo haya sido la publicación de la opera omnia de Montale en la colección "I Meridiani", de Mondadori. Cinco tomos, de los cuales el primero dedicado a tutte la poesie. En otros tres se recogen sus dilatadas colaboraciones para la prensa, escritas entre 1920 y 1979. El último se encarga de la prosa autobiográfica y piezas varias. Casi ocho mil páginas editadas de manera intachable y exhaustivamente anotadas. Un monumento editorial que recuerda las mejores entregas de La Pléiade.

Antes, eran los críticos los intrusos, pero ahora también, ay, han caído los editores. Ramón Pernas, promotor cultural y editor, se presenta a los premios y los gana.


Sylvia Plath: se van a editar sus diarios completos, que no habían visto la luz por decisión de la familia. Sin embargo, hay que recoprdar que Hughes destruyó los fragmentos más comprometidos poco después del suicidio de su ex esposa.