Opinión

Hipocresía por Navidad

22 diciembre, 2005 01:00

Arriba,el filósofo recientemente fallecido Julián Marías, Rosina Gómez-Baeza y Steven Spielberg. Abajo Juan Goytisolo y Mercedes álvarez

Julián Marías, otra víctima de la hipocresía y el cainismo nacional. El cielo gira, pero no para el cine español según los goyas. Juan Goytisolo los prefiere clásicos. La historia borgeana de un poema. King Kong se merienda a Spielberg. Urroz, el tapado más conocido de la historia de ARCO. Cuatro manifiestos solidarios surcan la red.

Pocas veces la hipocresía de nuestra cultura ha quedado tan al desnudo co-mo tras la muerte de Julián Marías. No hubo quien no la llorara, pero ¿acaso recibió el filósofo el Cervantes o el Nacional de Literatura? ¿Cuándo la universidad le rindió el homenaje que, por su obra y como represaliado tras la guerra civil, merecía, representando además a tantos otros? No, ni siquiera cuando cumplió 90 años se hizo justicia con él. Menos mal que su hijo Javier descubrió en Tu rostro mañana (2003) la historia secreta del pensador, es decir, cómo uno de sus mejores amigos le delató con cargos falsos ante las autoridades franquistas, en uno de los episodios más siniestros de la posguerra.

Se avecina la fiesta del cine español, que este año se celebrará en su salsa (política, se entiende). Ya tenemos candidatos a las diversas estatuillas del Goya y los académicos que realmente hayan votado han vuelto a poner de manifiesto su ignorancia en cuestiones de cine. No salgo de mi asombro, pero entre los nominados no aparece ni de refilón la mejor película española del año, esa joya titulada El cielo gira, de Mercedes álvarez. No es que esperara diez candidaturas para la película, pero... ¿ni siquiera la nominación a Mejor Documental? Inexplicable.

Al menos cuatro manifiestos surcan estos días la red en busca de adhesiones: en uno Gönter Grass, García Márquez y Saramago exigen el cese del juicio contra Orhan Pamuk, acusado de "ultrajar la identidad turca". En otro, Gael García reclama, con 18 millones de firmas más, políticas comerciales contra la pobreza.El tercero, respaldado por José Luis Sampedro, Fernando Trueba, Lucía Etxebarría y, de nuevo, por Saramago, pide a la sociedad europea atención a lo que ocurre en áfrica y el trato que reciben en Europa los emigrantes de ese continente; y en el cuatro, Leonardo Sbaraglia exige el cierre del campo de prisioneros de Guantánamo... ¡y yo, sin tinta en la pluma!

No sólo críticos y revistas eligen lo mejor del año, también los escritores toman la palabra y dictan sentencia, invitados en este caso por el "Times Literary Supplement", que ha reunido a un puñado de los mejores intelectuales europeos. Así, lo mejor que Steiner ha leído en 2005 fue Contribuit di filologia greca e latina (Universidad de Florencia), de Sebastiano Campano. Juan Goytisolo, en cambio, se inclina por relecturas: San Petersburgo de Andrei Bely, Ulisses, de Joyce, y Berlin Alexanderplatz, de Düblin, mientras que Nadine Gordimer apuesta por Shalimar el payaso, de Rushdie.

El incansable Steven Spielberg (quien después de ver King Kong habrá comprobado cómo el discípulo ya ha superado al maestro), ahora más millonario que nunca después de la venta a Paramount de su Dream Works, estrena mañana en Estados Unidos Munich, su viejo proyecto en torno a los asesinatos de atletas israelíes por terroristas palestinos en las Olimpiadas de 1972. La crítica estadounidense, no demasiado satisfecha, ya se ha pronunciado al respecto. "Variety" escribe: "La mayor parte de los espectadores mirará de reojo sus relojes una y otra vez en lugar de apreciar esta epifanía sobre la paz mundial". En cuanto a The New World, la cuarta película de Terrence Malick, que se estrena el 25 , Harlan Whatley escribe: "La mejor producción histórica que he visto en mucho tiempo, a pesar de sus dos horas y media".

Es una de las historias más curiosas y secretas que conozco. Resulta que hace años un experto en la obra de Borges llamado Armando Beilin descubrió un poema inédito, espléndido, del argentino. De inmediato lo incluyeron en antologías y nuevas ediciones y hubo, incluso, un famoso crítico español que al reseñar el libro en el que aparecía lo destacó como lo mejor del volumen. Y era falso. Beilin había tomado motivos borgeanos para hacer una copia verdadera. Ahora el genial impostor vuelve a su víctima y lo convierte en personaje de una novela, Se detendran las aguas de mi río (Edi. Inéditor), en la que derrocha conocimiento e imaginación.