Escenario. Dos libros recién publicados sellan ante los lectores españoles la vieja relación entre Pierre Le-Tan y Patrick Modiano. La obra teatral Muñequita rubia (1983), editada por Anagrama, fue escrita por Modiano e ilustrada por Le-Tan. El París de mi juventud (2019), publicado por Cabaret Voltaire, fue escrito e ilustrado por Le-Tan y prologado por Modiano. El segundo, ya desde el título, remite al universo del Nobel francés: la ciudad de París como escenario y la evocación de la juventud, expresamente convocada en novelas de Modiano como Una juventud (1981) o En el café de la juventud perdida (2007). En el libro de Le-Tan se acumulan, en efecto, las coincidencias con Modiano: la indagación en el pasado propio y en el de los personajes del relato, a veces misteriosos u opacos; la deambulación por las calles y plazas desiertas de París, concretando sus nombres, así como los nombres reales de restaurantes, cafés, hoteles, cabarés…; un estado de ánimo, entre la nostalgia, la melancolía y la angustia, fruto de la constatación de los estragos del tiempo, que hacen patente la pérdida de la juventud, la desaparición de personas y lugares queridos y una cierta desubicación en un mapa físico y sentimental antes transitado. Digamos que Le-Tan se lamenta y comunica con reiteración esa desazón con la mayor rotundidad que facilita una narración memorialística en primera persona.
Tramas. La amistad entre Le-Tan y Modiano comenzó en 1978. Sus respectivos padres, el acreditado pintor vietnamita Lê Phô y el turbio y con oscuras actividades durante la Ocupación, Albert Modiano, ya habían tenido relaciones amistosas en el pasado. Mientras los tejemanejes y el abandono de su hijo por parte de Albert tuvieron severas consecuencias –reflejadas en varias novelas de Patrick–, Le-Tan recuerda a su padre con cariño por los paseos que daba con él y por haber cultivado su sensibilidad artística: la que se percibe en las ilustraciones de El París de mi juventud, esta vez en blanco y negro, dibujadas a línea, con tinta o lápiz de punta fina, con sus omnipresentes tramas que dan volumen y sombra a espacios y objetos, con apenas figuras humanas en exteriores, lo que produce un desasosegante efecto espectral y cuasimetafísico. En Muñequita rubia aparece el rojo junto al blanco y negro –y siempre el gris–, en los dibujos que ilustran figurines y escenarios de una obra teatral, cuyo programa de mano –inclusivo de los anuncios de las distinguidas marcas comerciales que lo financian– es, supuestamente, el volumen que tenemos entre manos. O sea, la comedia dramática escrita por Modiano, que trata del devenir de unos amigos integrantes de un grupo musical de éxito y que, sin entrar aquí en detalles, también versa sobre el pasado y los destrozos del tiempo. Anagrama anuncia la publicación de Memory Lane (1981), un cuento de Modiano ilustrado por Le-Tan.
Le-Tan ilustró las portadas de más de una docena de novelas de Modiano
Color. Fallecido a los 69 años, sin llegar a ver editado El París de mi juventud, Le-Tan, ilustrador desde muy joven de portadas de The New Yorkery de otras muy prestigiosas publicaciones, también decorador, pintor, cartelista y diseñador, llegó a ilustrar más de una docena de portadas de otras tantas novelas de su amigo Modiano en la Colección Folio de Gallimard. En ellas aparecía plenamente el color, el color que pudimos ver en la exposición retrospectiva, primera en un museo, que el Reina Sofía le dedicó en 2004, cuando lo dirigía Juan Manuel Bonet, comisariada por José Carlos Llop. Todavía puede conseguirse su muy alabado y preciado catálogo, sin olvidar que toda la versatilidad de Le-Tan –siempre exquisito, minimalista y algo oriental– se despliega también en los libros con plantas y animales que ilustró para Umberto Pasti, Jardines y La felicidad del sapo, editados por Elba.