Resumen del MWC, día 4: The End
Todo llega a su fin, también el MWC 2017. Despedimos el Congreso Mundial de móviles con una última entrada en el diario resumen.
2 marzo, 2017 21:01Todo llega a su fin, también el MWC 2017. Despedimos el Congreso Mundial de móviles con una última entrada en el diario resumen.
Ya está, se acabó, finito, c’est fini, llegó el fin, se apagó. El MWC 2017 ha cerrado sus puertas. Y con él este diario y, también, la efervescencia de noticias en torno a la tecnología móvil. La actualidad nunca muere, pero sí podría decir que hoy ha sufrido un desmayo. Igual que cuando se te resbala el móvil de los dedos y lo ves caer a cámara lenta, precipitándose inexorable al fatal desenlace sin que seas capaz de reaccionar.
El corazón debe volver a latir tras el desmayo. No ha ocurrido nada, que la pantalla continúa sin un rasguño. Igual que la actualidad móvil, por supuesto. Pero no puedo despedirme del MWC 2017 sin hacerle un último resumen. Va por ti, amigo(s) mío(s).
«Hasta las siete y media no se puede entrar»
Hoy me dio por madrugar un poco (mucho) más y acercarme al congreso para echar el día allí hasta la hora del cierre. La clausura ocurre antes que un día normal (a las cuatro), por lo que traté entrar un poco (bastante) pronto para ir adelantando trabajo. Error. «Hasta las siete y media no se puede entrar», así hasta cuatro veces en distintos accesos. No me había sentido tan rechazado desde la adolescencia.
Una vez pasada la hora, y con más frío que cualquier garganta tras beber de un sorbo todo el granizado, me dispuse a tomar mi primer batido de Google. Error: el quiosco no estaba abierto. «Vendré a media mañana», me dije. No salí de la nevera sala de prensa. «Me tomo uno después de comer…». Un último error, me quedé sin despedirme de los smoothies.
Desastres del primer mundo aparte, el día ha transcurrido sin demasiadas noticias. Como decía al inicio, la actualidad móvil ha sufrido un desmayo momentáneo y tardaremos unos días en ver cómo se recupera. Pero mejor así, que hay muchos temas a corto plazo. Por ejemplo… La presentación del Samsung Galaxy S8, todos los paneles luminosos del stand de Samsung anticipaban la cita.
Aves de rapiña recorriendo los pasillos
En todas las ferias suele ocurrir lo mismo: la última hora del cierre suele ser el mejor para completar el botín de recuerdos varios. Los stands entregan todo lo que no han repartido durante los días anteriores. Y la subespecie recolectora de todo lo que sea gratis recorre cada rincón en busca de un caramelo, un peluche o cualquier «porquería» que tenga colores brillantes. El ansia llega a tal nivel que las azafatas de los stands tienen que proteger sus propios objetos porque si no se los llevan. «Señor, que estos bombones son míos…». Dejas una alcachofa y seguro que también se la llevan.
Llega la hora y los pocos que aún resistían a abandonar el recinto enfilan el pasillo central en busca de la salida. Las últimas fotos con los compañeros y el selfie conmemorativo de «Yo estuve en el MWC 2017«, son dos situaciones típicas. Además de la fotografía con el cartel de la entrada de fondo. Toca chocarse contra la realidad: el evento de este año se terminó.
Atrás queda la presentación del Nokia 3310 o los dos análisis previos que he publicado hoy: el de la BlackBerry KEYone y los Moto G5. La tablet de Samsung, el excelente LG G6, las galletas de la sala de prensa… Y la máquina de café, esa compañera que estuvo al pie del cañón incluso cuando el sueño acechaba como un recolector de cosas gratis merodea los stands donde se agolpa la gente.
Adiós, MWC. I’ll be back.