Motorola Razr 2022, análisis: un golpe en la mesa de los plegables
Hemos estado más de una semana usando el nuevo Motorola Razr 2022, el nuevo plegable de la compañía, y os lo contamos todo sobre él.
25 octubre, 2022 12:03En la recta final de mi año usando móviles plegables he tenido la oportunidad de probar el nuevo móvil flexible de Motorola, el Razr 2022, un smartphone que viene a pelear directamente con el Samsung Galaxy Z Flip 4, el plegable más popular del mundo.
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Hemos estado una semana con él, haciendo tanto un uso normal como exprimiendo las funciones exclusivas que tiene este móvil, propias de un plegable que cuenta con una enorme pantalla externa. Al menos enorme para ser un plegable tipo concha.
No está exento de fallos, pero se agradece que Motorola le plante cara a Samsung, algo que es tremendamente necesario para que los plegables sean más populares.
Características del Motorola Razr 2022
- Snapdragon 8+ Gen 1
- Memoria RAM: 8 GB / 12 GB / 18 GB.
- Almacenamiento interno: 128 GB / 256 GB / 512 GB.
- Tamaño: 6,7 pulgadas.
- Resolución: FHD+.
- Tasa de refresco: 144 Hz.
- Profundidad de color: 10 bits.
- Tamaño: 2,7 pulgadas.
- Resolución: 800 x 573 px.
- Tasa de refresco: 60 Hz.
- Principal: 50 Mpx.
- Gran angular: 13 Mpx
- Otros: LED Flash.
- Resolución: 32 Mpx.
- 5G.
- Bluetooth.
- WiFi ac.
- Batería: 3500 mAh.
- Carga rápida: 33 W.
- Puerto USB-C.
- Grosor abierto: 7,62 mm.
- Grosor cerrado: 16,99 mm.
- Peso: 198 g.
- Versión de Android: Android 12.
Cada vez más lejos del Razr original
Este móvil tiene un nombre icónico. El Motorola Razr de principios de siglo es uno de los móviles más famosos de todos los tiempos, y el Razr plegable de primera generación heredaba gran parte de su diseño.
Poco a poco eso se fue perdiendo, y ahora tenemos un móvil con unos marcos algo más contenidos y sin barbilla central. Con todo, este móvil tiene unos marcos notables, dando incluso la sensación de que es un móvil de esos llamados “ruguerizados”, ultrarresistentes. Es algo lógico porque el borde debe sobresalir de la pantalla para que, cuando se cierre, no la golpee, pero me ha chocado, me lo esperaba mucho más estilizado.
También lo esperaba menos ancho, lo cual no es una queja, porque a la hora de usar su pantalla principal, se parece mucho más a un móvil normal que a uno diferente. Eso sí, cuando lo plegamos se nota más en el bolsillo que el Flip de Samsung, aunque no tenemos un espacio entre las dos zonas plegadas, no está el hueco que vemos en los modelos coreanos.
La parte trasera tiene dos zonas muy diferenciadas, la inferior, con un acabado mate muy acertado, y la superior, que es todo cristal, donde está la pantalla y el módulo de cámara.
No me parece una mala decisión de diseño, pero parece que le falta algo de carácter visualmente, por mucho que sea el móvil plegable de Motorola.
Destacar la potencia de los altavoces, mucho mayor de lo que esperaba, así como la sólida construcción y los buenos materiales usados, tanto el metal como el cristal se notan en la mano, aunque a costa de subir un poco el peso.
La posición de los botones es algo elevada, algo normal por la presencia de la bisagra, pero no me ha resultado cómodo, tampoco el sensor de huellas alojado en el botón de encendido. Tampoco ha sido un problema grave, siendo sinceros.
Sobre la bisagra y la arruga central
Como hemos dicho al principio, serán muchas las veces que mencionemos al Samsung Galaxy Z Flip 4 en este análisis porque es, de facto, el único móvil que puede ser competencia directa de este Motorola Razr 2022.
Hay un aspecto en cuanto al diseño en el que Samsung gana, y otro en el que Motorola también lo hace, a lo grande.
El primero es la bisagra. Tanto el Samsung como el Motorola tienen un sistema de bisagra muy robusto que permite el uso del móvil perfectamente tanto abierto como cerrado. La cuestión es que Samsung dispone de una bisagra muy robusta también cuando lo usamos de atril, no así el Motorola.
La bisagra no es tan estable cuando está en una posición de unos 45º como lo es cuando está en 180º o 0º. Con todo, podemos seguir usando el terminal medio abierto, para una videollamada o ver un vídeo, o para hacer fotos usando el móvil como trípode.
Donde gana Motorola, por mucho, es en la ausencia de arruga central. Cuando abrí la caja del Razr y lo saqué me quedé muy extrañado. No se veía ningún tipo de arruga. Supuse que con los días empezaría a notarse, pero no ha sido así. Es cierto que si apagamos el móvil y lo ponemos al trasluz se verá un poco las zonas por las que se pliega la pantalla, pero es incluso mejor que lo que ha logrado OPPO en el Find N.
Desde luego, este es el móvil con una mejor calidad de pantalla en cuanto a tacto y ocultación de la arruga que he podido probar jamás. Dispone de IP 52, lo que supone que aguanta salpicaduras, pero nada más.
Potencia máxima con el Snapdragon 8+ Gen 1
Al contrario que en generaciones anteriores, Motorola ha ido a por todas en el procesador, optando por el Snapdragon 8+ Gen 1, lo que hace que este móvil vuele en cualquier tarea que podamos realizar.
Pese a tener 8 GB de RAM el rendimiento es más que notable, en parte por el buen hacer de Motorola con el software. La memoria interna también viene a España solo en una única versión, de 256 GB, con tecnología UFS 3.1 como era de esperar.
También hay cambios en los micrófonos, integrando tres para mejorar las llamadas y la grabación de audio en el vídeo independientemente de si grabamos con el móvil plegable, cerrado o a medio camino apoyado en una superficie.
La conectividad es la estándar de la gama alta, con NFC, bluetooth y Wifi de última generación, pero sin jack de auriculares, microSD o radio FM.
Dos pantallas que brillan por motivos diferentes
La pantalla principal de este móvil será el medio más usado para realizar consultas desde el mismo, por mucho que tenga una pantalla exterior.
El panel usa la tecnología pOLED y tiene una dimensión de 6.7" con resolución de 2400 x 1080 px y una tasa de refresco máxima de 144 Hz. No obstante, esa tasa de refresco máxima solo se activa en la sección de juegos, siendo los 120 Hz el máximo para el uso normal del móvil. Curiosamente viene activada por defecto. Parece que a Motorola no le preocupa el gasto energético.
La calidad de visionado es espectacular y el HDR10+ y los 10 bits del panel se notan para bien. Pero lo más llamativo es que no se aprecia la arruga del panel visualmente. Y si pasamos el dedo por encima lo notamos solo si estamos pendientes de ello.
Al tacto la pantalla es muy agradable, al usar UTG (Ultra Thin Glass), muy similar al que usa el Samsung Galaxy Z Flip 4. Los marcos pronunciados no molestan ni usando los gestos del sistema, salvo si no nos damos cuenta y deslizamos a la altura de la bisagra, notándose el protector de pantalla. Cuando te acostumbras no es problema.
La única pega es que no tenemos pantalla ambiente, ni dentro ni fuera, para no tener problemas con la batería, al menos según Motorola.
Pero si por algo destaca este smartphone es por ser un plegable de tipo concha con una enorme pantalla externa.
La llamada pantalla QuickView tiene 2.7 pulgadas de diagonal y una resolución de 800 x 573 px y tecnología AMOLED.
El tamaño de la pantalla es generoso como para poder realizar acciones en la misma, sea responder a una notificación o consultar un correo electrónico. Además, podemos elegir las aplicaciones que aparecerán en dicha pantalla.
Yo he puesto, por ejemplo, Google Home, para encender o apagar luces de forma rápida, sin tener que abrir el móvil.
Un sistema de cámara competente pero imperfecto
El Motorola Razr 2022 dispone de tres cámaras que, pese a lo esperado, nos han gustado bastante. El problema es que, al igual que hace Samsung, Motorola no incluye un teleobjetivo en su plegable de tipo concha, lo que limita la versatilidad de la cámara. Según la empresa se ha optado por no ponerlo porque la gente no suele usarlo mucho y porque eso haría al terminal más pesado y grueso. Con todo, al menos nos hubiera gustado que se pudiera sacar una imagen recortando el sensor principal como hacen Google y Xiaomi en el Pixel 7 Pro y 12T Pro respectivamente.
La cámara principal es un sensor de 50 Mpx con estabilización óptica de imagen y enfoque PDAF.
La calidad de día es más que suficiente. No será este un móvil que destaque en el apartado fotográfico si lo comparamos con otros modelos de precio similar, pero al menos el que adquiera el Razr 2022 no se lamentará por la calidad de la cámara.
De noche nos ha sorprendido, para bien. Tenemos una velocidad de respuesta no demasiado rápida pero tampoco problemática, pero la calidad es muy buena. Eso sí, las luces a veces nos dan un destello no buscado. Y no, no es que tuviéramos la lente sucia, lo comprobamos.
También tenemos un sensor ultra gran angular de 13 Mpx, que puede ser usado como macro si queremos. Se agradece que no se haya puesto un tercer sensor para eso.
Las fotos pierden nitidez con respecto al sensor principal, y se nota, pese a lo cual no estamos descontentos con el resultado final.
De noche el control de luces es realmente bueno, pero perdemos algo de detalle al intentar minimizar el ruido.
Para hacer selfies tenemos dos opciones. Podemos usar las cámaras principales con la pantalla externa o ir al sensor de la pantalla principal, de 32 Mpx, que hace las fotos usando Pixel Binning a 8 Mpx.
De día los selfies salen muy bien, con algo más de maquillaje digital de la cuenta, pero con resultado generales muy decentes.
De noche no nos ha gustado tanto, porque las caras salían del todo irreales, al menos en la configuración automática.
En cuanto a los vídeos, podemos decir que está en la línea de lo esperado de día, con buena estabilización, pero de noche flaquea si nos movemos. No obstante, lo más llamativo es la diferencia de color entre las dos lentes, algo que también vemos en el apartado fotográfico.
Una batería sorprendente con una carga rápida algo escasa
Lo último que esperaba era que este móvil tuviera una buena autonomía. Viendo lo que ha hecho Samsung con los Flip, estaba más que concienciado de que Motorola no podría alcanzar las cotas de otros modelos.
Me equivocaba.
Este Rarz tiene la misma autonomía que los móviles de gama alta de otras marcas, y eso es impresionante, sobre todo al contar con una batería de 3500 mAh. Remarco lo de otras marcas, porque era imposible que este terminal tuviera la autonomía del Motorola Edge 30 Ultra que probé hace poco y que me dejó boquiabierto.
En la primera prueba de autonomía hemos usado el móvil en interiores para jugar, hacer llamadas y escuchar podcasts, aunque sin cascos. En exteriores hemos usado algo de GPS, alguna llamada y hemos hecho unos 20 vídeos y fotos. Hemos llegado a las 6 horas de pantalla con 24 horas de autonomía total.
En la segunda prueba de autonomía hemos hecho uso del móvil exclusivamente en interiores, con mucho tiempo de pantalla en TikTok y algunas partidas. Hemos hablado por teléfono, pero no mucho, y usado otras apps para trabajar. Hemos llegado a las 6 horas de pantalla con 20 horas de autonomía total.
En la tercera prueba de autonomía hemos estado haciendo uso del móvil casi exclusivamente en exteriores, haciendo llamadas, muchas fotos y vídeos y algunas consultas online. Además, en gran parte de ese tiempo hemos estado en una zona de mala cobertura. Hemos llegado a las 3 horas de pantalla con 18 horas de autonomía total.
En la cuarta prueba de autonomía hemos estado haciendo uso mixto del móvil. Hemos hecho llamadas, consultas, hemos jugado y lo hemos usado tanto bajo Wifi como bajo 5G. Hemos llegado a las 4 horas de pantalla con 32 horas de autonomía total.
La carga rápida de este modelo no tiene nada que ver con la del Ultra. Aquí nos conformaremos con 33 W por cable, siendo similar a la del Z Flip 4. No tenemos carga inalámbrica, lo que nos decepciona un poco. El cargador que viene, eso sí, es de 30 W.
Un plegable con Android casi puro
Como no podía ser de otra forma, siendo un Motorola, el Razr 2022 usa Android 12 con una interfaz muy poco personalizada, salvo por la gestión de la pantalla externa y algunas funciones extra, relacionadas con la pantalla plegable, como el modo Flex.
Flex View es una función de software similar a la que tiene el móvil de Samsung, el Z Flip 4, y se puede usar la pantalla externa para videollamadas si queremos, además de como un reloj de noche si lo cargamos mientras dormimos.
Se mantiene la opción Ready For, que permite el uso del móvil desde un ordenador con Windows tanto para usar las apps Android como para utilizar las cámaras del terminal como webcam, muy útil si estamos de viaje o si queremos una mayor calidad.
La parte negativa en este aspecto viene en la política de actualizaciones. Tendremos solo 2 años de actualizaciones del sistema, con 3 años de parches mensuales. Según Motorola estas cifras varían de un modelo a otro en función del público objetivo. Pese a eso, parece un punto en contra si lo comparamos con otros modelos, tanto de la misma empresa como de otras compañías.
La única alternativa a Samsung
Motorola es la única empresa, junto a Samsung, que apuesta por los plegables de forma internacional, y lo hace con una aproximación diferente a la de Xiaomi, OPPO o Vivo, que han abrazado el formato libro.
El Razr es un móvil tipo concha, como el teléfono original que lo inspira, y eso es un acierto de cara a ganar tracción entre el público objetivo.
Eso sí, sigue siendo un móvil costoso, con un precio que en España es de 1199 euros, en vez de los 1099 del Z Flip 4.
No podemos obviar que, pese al mayor precio, el Motorola viene con el cargador en la caja y con la funda, en dos partes, algo que si queremos deberemos comprar por separado en el caso del Samsung.
Desde luego, no es este un móvil para todo el mundo, pero demuestra cómo la compañía ha mejorado con respecto a años anteriores y cómo planta cara a Samsung de forma más que notable. El Samsung Galaxy Z Flip 4 tiene un duro rival en este Motorola Razr 2022, y nosotros nos alegramos muchísimo de ello.