Durante los últimos meses, hemos estado atentos a cómo las grandes empresas se han sumado al mercado de los gadgets para Android, la mayoría de ellas con su propio
smartwatch (Samsung con su
Galaxy Gear, Sony con su Smartwatch 2, Qualcomm con su modelo
Toq…), o con
Google Glass por parte de la gran G, uno de los más prometedores.
Pero no son los únicos casos: múltiples empresas de menor tamaño intentan hacerse su hueco aprovechando todas las características de Android para nuevos gadgets, como es el caso del espejo retrovisor que incluye un ordenador basado en Android.
Dicho retrovisor incluye una pantalla de 5 pulgadas (800 x 480) con una cámara para grabar vídeo. En su núcleo, cuenta con un procesador de 1.2 GHz, 512MB de RAM y 8GB de memoria interna, así como ranura para tarjetas microSD. De serie, trae la versión Ice Cream Sandwich. La batería es pequeña (650mAh), pues se presupone que estará conectado al cargador del coche, por lo que la autonomía no es algo crítico
Este dispositivo podrá ser utilizado como navegador GPS, cámara para grabar (DVR), manos libres Bluetooth… y tiene un precio de 226 dólares.
La idea es buena y puede ser útil, pero ¿puede tratarse de un widget que haga perder la atención a los conductores? Todos estos puntos hay que tenerlos en cuenta a la hora de diseñar un gadget de estas características
Como estos casos hay otros muchos, tales consolas (por ejemplo, OUYA), kits para hacer cerveza desde nuestro dispositivo (Brewbot) o una sola tarjeta para sustituir todas nuestras tarjetas a través de una app desde nuestro Móvil (Coin), neveras, Mini TV como media center…
Muchos de ellos aparecen tras campañas de crowdfunding, las cuales algunas consiguen la inversión necesaria, aunque muchas de ellas no. Pero, ¿son estos gadgets realmente una revolución para la sociedad o tratan de sumarse a un sector de moda? Sólo el tiempo nos dirá cuáles pasaron a la historia.