El descanso se presenta como un arma de doble filo para el Real Madrid. Los blancos llevaban encadenando partidos cada tres días desde el partido ante Osasuna a principios de febrero. Con el Valencia, Las Palmas y el Nápoles por partida doble entre semana, descansar era una palabra fuera del vocabulario merengue.
Un mes después el Real Madrid tiene una semana para preparar un partido. Y no uno cualquiera, sino la visita a San Mamés, la salida más complicada en lo que queda de Liga. Algo que puede resultar una ventaja o un inconveniente, dado que la tendencia de los últimos partidos es buena y el Madrid quiere meter la quinta marcha para apropiarse del título.
Encadenando buenas actuaciones ante el Eibar, Nápoles y Betis, el Madrid se encuentra en un buen estado de forma para afrontar los partidos que vienen. Sin embargo, una relajación excesiva podría salir muy caro. Un buen trabajo esta semana será clave para evitarlo y que el descanso sea positivo. La plantilla llegará fresca y, además, con tiempo para que los lesionados recuperen sensaciones sin un partido a mitad de semana.
Sin embargo, tras el Athletic viene otro parón en la competición, algo que nunca gusto. Los compromisos de selecciones serán el motivo por el cual La Liga hace un alto en el camino. Otro factor que podría no sentar bien en la trayectoria blanca en el campeonato doméstico. Aún así, la mayor preocupación para la vuelta es que toda la plantilla vuelva sana y salva y sin ningún síntoma del temido 'Virus FIFA'.