El Real Madrid inicia un mes de abril donde se decidirá La Liga y la Champions. Zidane ha apostado durante toda la temporada por rotar y utilizar a todos los jugadores disponibles para evitar la carga de minutos y tener a todos enchufados y listos si la situación lo requiere. Uno de los jugadores que comenzó de forma sensacional la temporada fue Mateo Kovacic. El croata tuvo un comienzo arrollador y le puso las cosas muy difíciles al técnico galo, que le dio la alternativa cuando las lesiones comenzaron a atacar al conjunto madridistas.
Las bajas, primero de Kroos y luego de Modric, le abrieron un hueco en el once titular. No solo cumplió a la perfección sino que fue uno de los jugadores más destacados, demostrando que pese a su juventud, ya estaba en condiciones de asumir galones en el centro del campo madridista. Además de cumplir como relevo tanto del alemán como de su compatriota, Kovacic demostró que puede jugar al lado de ambos y desempeñar incluso el papel de Casemiro cuando el brasileño no estuviese disponible.
Desde el 2 de octubre al 3 de diciembre, Kovacic acumuló siete jornadas consecutivas saliendo de inicio con el Madrid en Liga y jugando prácticamente todos los minutos. Con él en el campo, el Madrid ganó siete encuentros y empató los otros dos, una racha que le llevó al liderato de La Liga. Tras el Mundial de Clubes, la enfermería quedó vacía y Kovacic empezó a ver cómo sus minutos eran cada vez más restringidos.
UN MES PARA OLVIDAR
La llegada de los octavos de la Champions marcó el momento crucial para el croata. Además de la eliminatoria ante el Nápoles, Kovacic no jugó ni un minuto ante Valencia, Villarreal, Betis y Athletic, siendo titular únicamente ante Las Palmas en el Bernabéu el pasado 1 de marzo. Ahora llega abril con nueve partidos cruciales para el desenlace de la temporada y el centrocampista tiene claro que va a volver a ser importante para Zidane y para el futuro del Madrid.