En Barcelona han sacado todos los tanques a la calle para intentar que Neymar esté en el Bernabéu el próximo 23 de abril. El partido entre Real Madrid y Barcelona se presupone capital para el título liguero y los azulgranas no quieren ir al estadio madridista sin uno de sus jugadores más desequilibrantes. Es por ello que van a apelar y acudirán hasta las últimas instancias para lograr una reducción de su sanción, algo bastante improbable teniendo en cuenta que jugadores como Cristiano, Feghouli o incluso Ancelotti ya fueron sancionados por lo mismo y tuvieron que cumplir de forma íntegra la sanción impuesta por el Comité.
La muestra de desprecio de Neymar al estamento arbitral por su expulsión en Málaga le ha costado al futbolista tres partidos de sanción, el tiempo de baja mínimo según se tipifica en el artículo 117 del Código Disciplinario de la RFEF. Sin embargo, el Comité ha denunciado la presión que ha tratado de ejercer la prensa culé y explica que hay "preocupación por la clara e inaceptable presión por parte de algunos medios de comunicación, a efectos de impedir que este Comité pueda resolver con razonabilidad la cuestión planteada, al existir un inequívoco interés en la opinión pública al efecto de que el jugador no pudiera disputar el encuentro correspondiente al Clásico".
A pesar de las palabras de Piqué asegurando que era en el Bernabéu donde se movían los hilos, el Barcelona ha demostrado que no duda en tirar de juego sucio para lograr lo que se propone. El conjunto azulgrana está realizando una presión constante para tratar de condicionar la decisión del Comité sobre la sanción de su jugador, algo que parece bastante improbable vistas las imágenes y que el Barcelona no tiene ninguna prueba que desmonte el acta reflejada por Gil Manzano.