Como ya les adelantamos, CD Toledo y CF Talavera competirán la próxima temporada en el mismo grupo de la Segunda División B. La comisión de finalmente votó porque los dos únicos representantes castellano-manchegos jugasen junto a madrileños, gallegos y cuatro equipos castellano-leoneses en el Grupo I configurando así la propuesta que será ratificada en asamblea el próximo 10 de julio.

Pero para llegar a este final, las cosas no siempre estuvieron tan claras. La comisión funciona al más puro estilo 'Juego de Tronos' donde las alianzas y los apoyos son esenciales para que las intenciones de cada uno salgan adelante. A ella acuden dos representantes por cada Federación Territorial, uno como miembros la propia federación y otro a los clubes que tiene tantos votos en la toma de decisiones como número de clubes a los que tenga detrás. De ahí, que esta vez los castellano-manchegos partieran en una posición poco favorable con tan solo dos votos.

En esta tesitura se comenzó a votar la configuración del Grupo IV donde andaluces, extremeños y murcianos sumaba 18 integrantes. Estas dos vacantes eran las que Toledo y Talavera querían evitar a toda costa.  La primera votación fue la más 'peligrosa' desde la óptica de los equipos de la región. El Melilla, un fijo en este grupo, se descolgó con jugar esta vez junto a los madrileños apoyando una propuesta que ya les adelantamos era la que llevaban los equipos de la Región de Murcia. En esta primera votación fue esencial la abstención de Andalucía -9 representantes- más favorable a tener en su grupo a Melilla y Las Palmas Atlético que a los dos castellano-manchegos. Así, en la siguiente votación, el Grupo IV quedó definitivamente cerrado sumando a Andalucía, Murcia y Extremadura el representante insular y el norteafricano.

Primer doble objetivo y quizá más dífícil, conseguido: evitar el Grupo IV dejando allí a Las Palmas Atlético para tener dos huecos junto a los equipos de Madrid.

Ahora faltaba por ver si la tesis de separa a Castilla y León era factible. Aquí, se produjo otra de las claves. Después de dos temporadas separados, País Vasco y Navarra habían hecho una alianza fuerte para poder jugar juntos. Ambas federaciones, que sumaban 13 representantes, desde el principio se mostraban más favorables a completar su grupo con Mirandés y Burgos que con CD Toledo y CF Talavera, con lo que se produjo la cuadratura del círculo.

Un 'Juego de Tronos' nada sencillo que esta vez satisfizo los intereses de los equipos de la región.