El histórico ascenso a Segunda División B que completaba el Villarrubia el pasado sábado ante el Alcobendas Sport ha tenido muchos nombres propios. Quizá el primero y más lógico es el de su entrenador Javi Sánchez. En su primera temporada en el banquillo del Nuevo Campo y un escaso bagaje de dos temporadas dirigiendo al Mora, ha confirmado su etiqueta de gran promesa de los banquillos castellano-manchegos logrando esta gesta histórica.

Otro es el de un futbolista con el que al comienzo de temporada muy pocos contaban pero que se ha ganado el corazón de Villarrubia partido tras partido. Hablamos del joven lateral derecho David Herrera, un puñal en la banda durante toda la temporada y uno de los más destacados en la eliminatoria final ante el Alcobendas Sport.

David Herrera se comprometía con el Villarrubia el pasado verano procedente del filial del Alcorcón. Con anterioridad, había pasado desde infantil a juvenil por todas las categorías del Real Madrid, donde llegó siendo un niño tras dar sus primeras patadas al balón en el Lugo Fuenlabrada de su localidad natal.

Un año en el que no ha parado de crecer y de llamar la atención de muchos equipos. Ofensivamente se ha mostrado como un lateral de mucho recorrido, presencia física y con una inusual salida por ambos lados en el regate que le hace tremendamente imprevisible. Unas características que se resumen a la perfección en la jugada del 1-0 del partido del pasado sábado que abrieron las puertas del cielo al Villarrubia.Además de esta presencia ofensiva, también ha demostrado muy buenas dotes defensivas como también quedó constancia en el bonito duelo que mantuvo con Pituli en los dos partidos contra el Alcobendas.

Un diamante en bruto, todavía con ficha sub-23, al que le han salido muchas novias y que no será fácil de retener para el Villarrubia.