Thomas Mann, Diarios de entreguerras.
Publicados en alemán en 1977, veintidós años después de su muerte, como exigía una nota anexa a unos paquetes depositados en su archivo que llevaban como título "Apuntes diarios de 1933-1951. Sin ningún valor literario, pero no deben abrirse hasta pasados veinte años de mi muerte", los diarios de Thomas Mann despertaron desde la publicación de los primeros tomos el interés de los amantes de su obra. En esos diarios que abarcaban dos periodos entre los años 1918-1921 y 1933-1951, el Premio Nobel de 1929 "dejaba constancia de sus opiniones políticas, asuntos familiares, deseos ocultos, ideas literarias y dudas personales, sin desatender los encuentros profesionales y otros deberes públicos de una vida a la vez metódica y ajetreada". La publicación de esos diarios se completó en el año 2003 con el décimo volumen y más de ocho mil páginas impresas. Esta edición en español de la editorial Debolsillo es una selección realizada por el traductor Pedro Gálvez y acaba en el año 1939. La razón no es otra que el estar hecha cuando la publicación original iba por el quinto tomo, algo que el lector español debe saber.
En el periodo 1918-1921 queda muy bien reflejada la angustia del autor de Los Buddenbrook ante el final de la Gran Guerra, la revolución en Alemania y particularmente en Munich, y el error monumental de los vencedores de hacer pagar a Alemania los errores de todos. Esa sería la mejor forma de no cerrar heridas y de plantar la semilla sobre la que crecería el nazismo. Pero también son los años en los que trabaja y madura La montaña mágica y se compromete con la República de Weimar.
La llegada de Hitler
El diario de 1933, tras el corte desde 1921, comienza el 15 de marzo de 1933. Hitler ha llegado al poder el 30 de enero y el 11 de febrero Thomas Mann ha salido de Alemania para impartir una serie de conferencias en Amsterdam, Bruselas y París. La familia ha decidido pasar unas vacaciones en Suiza y luego en Francia. Son los momentos en los que el escritor duda y se pregunta: "¿Por qué provocar a estas bestias en estos precisos momentos?", a la vez que recoge las advertencias que le llegan desde Alemania "aconsejándonos que no se le ocurra regresar a Munich a ningún miembro conocido de la familia?". Así empieza a buscar un lugar seguro, que encontrará en Kusnacht, en el lago de Zurich, hasta que en 1938 se establezca en los Estados Unidos acogido como catedrático por la Universidad de Princeton. Antes vendrán los viajes a aquel país, las idas y las vueltas de América a Europa con pasaporte checo a partir de 1936, pero nunca la vuelta a Alemania.
Y entre medias de las angustias materiales de un escritor acostumbrado a un nivel de vida y un alto estatus social al que le suponía un alto sacrificio renunciar, aparece la cotidianidad del escritor que lee sus obras a su entorno, adelanta capítulos, padece un sinfín de males y enfermedades y de vez en cuando deja algún apunte íntimo, de esos que constatan la latente homosexualidad del autor de La muerte en Venecia. Para amantes de esta literatura tan especial que son los diarios.
Thomas Mann. Diarios de entreguerras, 1918-1939. Edición y traducción de Pedro Gálvez. Editorial Debolsillo, 2021. 656 páginas. 12,30 €.
