Pascual Antonio Beño, Gregorio Prieto y Pedro Menchén
Pedro Menchén (Argamasilla de Alba, 1952) anda desde hace unos años en el intento de recuperar la obra y la figura del que fuera su maestro en su infancia y luego amigo toda la vida, Pascual Antonio Beño (Manzanares, 1932 - Sevilla, 2008). Hace tres años publicó Poemas, obra lírica completa (Ars poética, Oviedo, 2018), en el que reunía toda la obra poética de Beño y que se completaría con una nueva edición en 2020 con una veintena de nuevos poemas.
En 2019 dio a conocer su correspondencia con Beño en Epistolario Maldito y ahora se ha encargado de recuperar este libro inédito sobre la amistad que Beño mantuvo con el pintor Gregorio Prieto (Valdepeñas, 1897-1992). Pascual Antonio Beño lo había redactado poco antes de morir y Jesús Martín, el alcalde de Valdepeñas, había conservado el original del manuscrito que ahora Pedro Menchén ha editado con jugoso prólogo y acompañado de unas notas que aclaran muchos de los aspectos de la relación entre el oscuro y joven escritor de provincias y el cosmopolita y triunfador viejo pintor. Desde luego, sin ese prologo y esas notas, el libro no tendría el interés que sin ninguna duda tiene a la luz de las aclaraciones de alguien que fue a la vez amigo de los dos y cuyo compromiso con la verdad de su visión de la relación hay que agradecer.
Dice Menchén que no es el primero en hablar de la homosexualidad de Beño porque antes de él ya lo hizo Amador Palacios en un libro sobre Dionisio Cañas, pero el caso es que en el presente libro si no fuera por él nunca sabríamos que la relación entre Prieto y Beño comenzó como una historia de amor que se rompió con el matrimonio del joven poeta y nunca tampoco sabríamos el cambio que a partir de aquel momento se produjo en la actitud del pintor hacía su joven amante. Nunca adivinaríamos por el libro de Beño que a partir de entonces, y a pesar de los múltiples artículos de elogio incondicional que dedicó a Prieto, el resentimiento y a veces los malos modos del artista consagrado aflorarían incluso en público.
Si el libro se lee sin conocer las claves personales que nos aporta Menchén no deja de ser un libro sin demasiado interés, que formaría parte de esas muchas otras obras fallidas que Beño le confesaba a su amigo Menchén casi en el final de su vida: “Desde niño hasta la actualidad he sido un auténtico perdedor al que la suerte siempre se le fue de las manos y nunca se reconoció su labor ni su esfuerzo. Todo cuanto he planificado me ha fallado y no he podido llevarlo a la práctica. En el aspecto literario ya debo ir reconociendo que no conseguí ninguna de las metas que anhelaba”.
Lo fácil para Menchén habría sido hacer una faena de aliño y presentar el libro sin más, con todas esas verdades a medias que solo un conocedor de la historia de esa relación podría leer entre líneas. Ha optado por presentar la realidad que él vivió del que fuera su maestro y amigo y eso le engrandece a él y a un libro que ante todo es un compromiso con la verdad. No todo el mundo es tan valiente.
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Pascual Antonio Beño. Mi amistad con Gregorio Prieto. Edición de Pedro Menchén. Almud Ediciones de CLM, Biblioteca Añil, 2021. 138 páginas.