"Nada se hará de forma traumática, no es el estilo del presidente. Pero se hará". El relevo del general Félix Sanz Roldán está en marcha, según confirman a ESdiario fuentes oficiales. Cumplidos de largo sus objetivos -facilitar sin estridencias la abdicación del Rey Juan Carlos, que este viernes cumplió 80 años, y acabar con el culebrón Corinna- el jefe del CNI es uno de los grandes "quemados" por el órdago independentista catalán.

De hecho, un sector del Gobierno ha pedido al presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, una revolución en La Casa, como se conoce a los servicios de Inteligencia, ya que considera que "no ha estado a la altura del desafío". Como se recordará, el CNI están bajo mando y supervisión de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. 

La información publicada por ESdiario asegura que algunos ministros, como la castellano-manchega María Dolores de Cospedal y Juan Ignacio Zoido, y los del área económica, han expresado sus recelos por la actuación de los espías de Sanz Roldán en el asunto de las urnas y la infraestructura del referéndum del 1-O, primero; y después, en la intromisión de los hackers rusos en favor de la Generalitat sediciosa.

El propio Rajoy y su entorno más próximo considera que el mandato de Sanz Roldan ha logrado sus objetivos. Ha llevado la paz al CNI tras la convulsa etapa de su sucesor el también conquense Alberto Sáiz, en su día mano derecha del exministro de Defensa José Bono; ha certificado el final de ETA y ha culminado la complicada operación de relevo en La Zarzuela. Agradecimiento total a los servicios prestados. Pero Cataluña va a ser un antes y el después.

Incluso, ese sector crítico del Gobierno quiere una gestión más colegiada del espionaje. Considera que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, "ha acaparado en exceso" la interlocución con el general, quien por cierto ha superado la edad para su pase a la reserva.

Según las fuentes consultadas por ESdiario, este "relevo tranquilo" en la cúpula del Centro Nacional de Inteligencia ha hecho aparecer las lógicas quinielas. En ellas figura, Paz Esteban López, nombrada en junio pasado número dos de la organización. Sin embargo, un sector del CNI culpa precisamente a su equipo del fiasco de las urnas del 1-O nunca detectadas. Y en esa quiniela también figura su antecesora en la Secretaría General, Beatriz Méndez de Vigo.