Miguel El Músico es uno de los empresarios que en la década de los 90 se hicieron con el negocio de la prostitución en España. Un negocio que tiene en Castilla-La Mancha una de sus principales fuentes de ingresos al ser la región en la que se concentra el mayor número de prostíbulos del país.
El Músico fue protagonista del libro que publicó la escritora toledana y directora de cine Mabel Lozano en 2018, El Proxeneta: paso corto, mala leche, que encontró en este personaje una fuente sin fondo para denunciar la trata de blancas desde el punto de vista del propio "tratante", algo que no había ocurrido nunca, al menos con tal profusión de datos y literatura de no ficción. Parecía que hablaba un hombre arrepentido tras un profundo examen de conciencia sobre una vida dedicada a la explotación de miles de mujeres en condiciones rayanas en la esclavitud. Además colaboró con la Policía denunciando las prácticas de los jefes de la mafia de la prostitución, sus compañeros en el sórdido y lucrativo mundo de los proxenetas.
En un amplio y magnífico reportaje de Luis Casal y Jorge Barreno publicado en EL ESPAÑOL, se ha puesto al descubierto que aquel supuesto arrepentimiento que mostraba El Músico no le ha impedido volver a las andadas. Hace un año volvió a abrir ya regentar un club de alterne en la localidad ciudadrealeña de Valdepeñas. Casal y Barreno cuentan que "fue uno de los proxenetas más poderosos de España, 'importó' a cerca de 2.000 prostitutas extranjeras a sus negocios y llegó a controlar 13 macroburdeles en todo el país, alguno de ellos fundados por él. Ha comprado, esclavizado y manipulado a mujeres, pero en su memoria las recuerda como objetos. Por sus delitos, el fiscal le pidió 27 años de cárcel. Cumplió tres".
"Nadie sabe que hace un año volvió a mancharse las manos, ni siquiera quienes le dieron la oportunidad de arrepentirse en público la primera vez mediante reportajes, libros y documentales", cuenta EL ESPAÑOL. Ese alguien es básicamente Mabel Lozano, que lo puso en la diana con un libro que ha hecho historia en el mundo de la trata y la prostitución y que, tal como supone su protagonista, “ahora tendrán que cambiarle el final”.