El director castellano-manchego Pedro Almodóvar se ha lamenetado públicamente por la fría acogida que ha obtenido su última película, ‘Madres paralelas’, entre los espectadores. En vez de hacer autocrítica, ha justificado el fracaso en taquilla echando la culpa a los "compatriotas".
La película ha tenido el peor estreno de su carrera desde 1989, con apenas 2,5 millones de euros recaudados, una cifra muy baja si la comparamos con los casi seis millones que consiguió con otro de sus estrenos más recientes: ‘Dolor y gloria’: “No quiero hacerme la víctima, porque cuando hago una película como esta me atengo a las consecuencias. Pero sí he visto una frialdad por parte de nuestros compatriotas, que se debe al hecho de hablar de un asunto muy antipático del cual les gustaría que no se hablara nunca”, ha afirmado el director manchego.
Desde las redes han respondido a Almodóvar. Y uno de ellos ha sido el empresario y exdiputado de Ciudadanos Marcos de Quinto, quien ha dado su punto de vista sobre lo que considera el "verdadero" motivo del fracaso de "madres paralelas": “Cuando los cineastas se meten a políticos (siempre buscando el favor y los euros del poder) corren el riesgo de generar antipatías entre quienes no comulgan con ese poder. Hay que asumir las propias decisiones -y sus consecuencias- con madurez… no con memez”.
Cuando los cineastas se meten a políticos (siempre buscando el favor y los € del poder) corren el riesgo de generar antipatías entre quienes no comulgan con ese poder.
— Marcos de Quinto (@MarcosdeQuinto) December 1, 2021
Hay que asumir las propias decisiones -y sus consecuencias-con madurez… no con memez. https://t.co/ZEuqcjVhDv
Almodóvar ha admitido que este proyecto lo arrastraba desde hacía un par de décadas y lo resucitó en una versión “más politizada” tras la emergencia de VOX como tercera fuerza en el Congreso. Las "madres paralelas" se convirtieron en dos películas paralelas dentro del mismo film, una de ellas con perfiles marcadamente políticos y hasta con la presencia de Rajoy, ya inmortalizado en el cine aunque sea para mal. Esa historia paralela no han acabado de entederla los espectadores -además de la politización-, y el boca a boca ha hecho el resto.
Al cineasta le pareció que "era más necesario que nunca recordar de dónde venimos y contrarrestar el revisionismo de la extrema derecha. Sus voces no son mayoritarias, pero hacen mucho ruido y contaminan la vida política española”. Pero la visión de izquierdas aplicada a su cine parece que no le sienta bien a la taquilla.