Cospedal regresa a Génova para retomar el control del PP mientras deshoja su posible vuelta a Castilla-La Mancha
Apenas han pasado tres días desde la pérdida del poder y en el PP cada vez son más los que hablan de la necesidad imperiosa de un cambio, creen que debe celebrarse un congreso extraordinario en otoño, o antes de que acabe el año, y coinciden en que Mariano Rajoy debe dirigir esta transición. Y para el relevo, hay un nombre que hace unos meses sobresalía sobre el resto pero ahora es incluso el único que muchos pronuncian: Alberto Núñez Feijóo.
No creen en cualquier caso los dirigentes consultados por EFE que haya que precipitarse tomando decisiones. "Serenidad y sosiego", señala un presidente regional. Aunque sí apuestan por que todos en el partido se pongan ya a trabajar en sus territorios pensando en las próximas citas con las urnas, poniendo en valor la gestión de estos años y haciendo frente a los rivales, especialmente a uno, con el que ahora se puede confrontar sin presión alguna: Ciudadanos.
En definitiva, como apunta otro barón, dejar claro desde el principio que es el PP el que "capitanea" la oposición, y "quitarle fuerza, visibilidad y espacio" a Ciudadanos, en un momento en el que, además, el partido ha recobrado el favor de muchos votantes a los que no les gusta la forma en la que los populares han perdido el Ejecutivo.
Pero vayamos por partes. Mariano Rajoy reunirá el martes a la cúpula del PP y a todos los barones para analizar la situación tras la moción de censura que le ha apartado del Gobierno. No habrá apenas ausencias en esta importante cita en la que no se esperan anuncios dramáticos pero sí, al menos, que Rajoy aclare cuál puede ser la hoja de ruta para los próximos meses.
Varios barones regionales consultados por Efe entienden que el partido tiene que reorganizarse ahora que va a estar en la oposición, y debe también recolocar a algunos de los que hasta ahora ocupaban puestos en el Ejecutivo. Empezando por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. No descartan algunos que pueda volver a ser portavoz del grupo popular y lo ven como la mejor opción para la que hasta ahora ha sido la número dos de Rajoy en el Ejecutivo. Aunque recuerdan también otros que ahora que no tiene responsabilidades en el Gobierno aumentan las posibilidades de que Rajoy la proponga como candidata en alguno de los puestos clave de Madrid: la Alcaldía o la Comunidad.
La otra número dos, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, regresa a Génova, donde hasta ahora el día a día lo dirigía el coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo. Y del mismo modo que se habla de buscarle un puesto destacado a Sáenz de Santamaría, que podía ser en el Congreso, para evitar fricciones con Cospedal, también advierten algunos populares de que hay que dejar bien claro el reparto de funciones en Génova, para que tampoco las haya entre la secretaria general y el coordinador.
Pero no son los únicos ajustes de los que hablan los barones consultados. Hay quien apuesta por caras nuevas que asuman funciones en el partido, y ponen ejemplos como el de Íñigo de la Serna, que se queda sin cargo alguno tras dejar el Ministerio de Fomento, porque no es diputado. En definitiva, se especula estos días sobre los pasos más inmediatos a dar, mientras la mayoría apunta al otoño, o a finales de año a más tardar, como la fecha idónea para un congreso extraordinario del partido en el que se decida un cambio de liderazgo.
Entienden los dirigentes del PP que debe de ser Mariano Rajoy quien pilote este proceso, aunque advierten de que ya no puede haber "dedazo" como en otras épocas. Por eso creen que el sucesor debe partir de un consenso previo entre los principales dirigentes y ser además elegido en un congreso extraordinario.
Hace meses, cuando nadie cuestionaba el liderazgo de Rajoy y nadie imaginaba su salida repentina de La Moncloa, en las quinielas de la sucesión aparecían siempre varios nombres, y tres se repetían: Alberto Núñez-Feijóo, Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. Ahora en el partido apuestan por un relevo tranquilo, sin guerras internas que puedan obstaculizar la ardua labor de oposición que hay por delante y la no menos ingente tarea de recuperar espacio entre el electorado. Por eso y por el "veto mutuo", como apunta un dirigente autonómico, descartan algunos a Sáenz de Santamaría y Cospedal.
El que tiene más posibilidades, en opinión de todos los consultados, es Alberto Núñez-Feijóo. Según un dirigente regional es "el que más ilusión despierta", mientras otros destacan las dos mayorías absolutas con las que fue elegido o ponen en valor su gestión en Galicia. El presidente de la Xunta dijo el pasado viernes que "espera y desea" cumplir su mandato en Galicia, pero en sus palabras no cerró la puerta -como no lo ha hecho nunca- a dar el salto a Madrid, algo que podría precipitarse si el partido aborda su renovación en los próximos meses.
Habrá que esperar al martes para saber si Mariano Rajoy ha decidido qué quiere hacer en el futuro y si ha diseñado una hoja de ruta para el partido. No puede retrasarlo mucho más porque al PP le toca, como a todos los demás, prepararse para las elecciones de mayo de 2019 -autonómicas, locales y europeas- y decidir también quienes serán sus candidatos para tan crucial cita.