La pandemia de coronavirus ya ha provocado un sobrecoste de 150 millones de euros en la sanidad de Castilla-La Mancha
Las Cortes de Castilla-La Mancha han manifestado este jueves su apoyo al Gobierno regional en su reivindicación de una mayor participación de la comunidad en el fondo no reembolsable habilitado por el Ejecutivo central en materia sanitaria y han pedido que lleve a cabo las reformas necesarias para favorecer la coordinación con la tarjeta sanitaria única.
Estos son algunos de los puntos que recogen las resoluciones de PSOE y Ciudadanos (Cs) que han resultado aprobadas -la del PSOE con los votos de los 19 diputados socialistas, el rechazo del PP y la abstención de Cs, y la de la formación naranja con 23 votos a favor de PSOE y Cs y la abstención del PP-, tras el debate general, a propuesta del grupo popular, sobre la situación actual e impacto sobre el sistema sanitario público de salud de la pandemia de la COVID-19.
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha intervenido en este punto del orden del día y ha reconocido que el coronavirus ha ocasionado una crisis sanitaria pero también sociosanitaria y socioeconómica, "la de mayor envergadura del mundo" y con un importante impacto, ante lo que ha abogado por "controlar bien la movilidad" para evitar la propagación del virus.
Fernández Sanz ha resaltado que el impacto se ha producido en tres aspectos fundamentales como son la actividad asistencial, los profesionales y la economía.
En la actividad asistencial, ha aseverado que se ha producido un “desplome" aunque ha asegurado que el Gobierno regional ha mantenido desde el primer momento determinada actividad y, de hecho, se han realizado más de 3.000 intervenciones urgentes desde el 15 marzo al 31 de mayo, también las no demorables de oncología así como se han hecho 6.785 resonancias magnéticas, 18.000 TAC y 13.764 radiografías.
El titular regional de Sanidad ha señalado que ya se han empezado a retomar visitas, intervenciones y tratamientos que habían sido pospuestos, al tiempo que ha hecho hincapié en que Castilla-La Mancha tiene que tener capacidad para poder revertir la situación y volver a poner en marcha todos los recursos en 24 o 48 horas si se produjera un rebrote.
También ha apuntado que se ha empezado a recuperar la actividad quirúrgica, con unas 350 operaciones al día, que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) ha reiniciado el envío de cartas para participar en los programas de cribado de cáncer de mama, colon y cérvix, y ha animado a los padres a pedir cita con el pediatra y retomar también el calendario de vacunaciones de sus hijos.
En cuanto al impacto en los profesionales, Fernández Sanz ha reiterado que durante la pandemia se han contratado 4.569 profesionales y se han realizado 18.345 pruebas de detección de la COVID-19, de las cuales 3.090 han dado positivas (17 por ciento), de los cuales 2.777 se han curado y quedan 313 que están aislados.
Respecto al impacto económico en sanidad, ha destacado que se han invertido ya más de 150 millones y ha apostado por modificar los modelos de respuesta, de relaciones entre pacientes y entre diferentes niveles asistenciales ante la amenaza de un rebrote.
Un cambio de modelo, ha explicado, que conllevará un cambio organizativo con la mayor optimización y utilización adecuada de recursos, la disminución de concentraciones y frecuentaciones para transmitir lo menos posible cualquier enfermedad infecciosa, y un cambio en la prestación asistencial en el que los métodos telemáticos van a cubrir un espectro mayor y “la presencia va a disminuir”, ha resaltado.
Plan para la nueva normalidad asistencial
Para ello, ha indicado que el Sescam trabaja en un plan para la nueva normalidad asistencial que contempla una reformulación del sistema en la que destaca el establecimiento de un nuevo concepto de triaje aplicado a la asistencia ordinaria, un catálogo de pruebas diagnósticas a disposición de atención primaria, y la extensión del modelo de atención al paciente crónico, entre otras cosas.
Durante el debate parlamentario, la diputada regional de Cs Úrsula López ha expresado que los profesionales sanitarios sienten "inhumanidad y despersonalización" y que lamentan la sanidad se use como "arma arrojadiza" entre PP y PSOE, al tiempo que ha propuesto medidas como la tarjeta sanitaria única y un registro único de prestaciones sociales.
Por su parte, el parlamentario 'popular' Juan Antonio Moreno ha preguntado si el servicio sanitario regional cuenta con reservas estratégicas de cara a un posible rebrote o con suficientes camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), y ha abogado por reforzar el servicio para que no se vuelvan a producir "caos, saturación y desbordamiento" a la vez que ha lanzado una nueva batería de propuestas que ha augurado que el Ejecutivo autonómico volverá a "tirar a la basura".
De su lado, el diputado regional del PSOE José Antonio Contreras ha reconocido que la crisis del coronavirus ha afectado al sistema de salud pero ha precisado que eso ha ocurrido en todas las comunidades autónomas, si bien ha defendido la gestión del Gobierno de Castilla-La Mancha por el esfuerzo realizado en contratación de profesionales e inversión en recursos materiales, tecnológicos y de infraestructuras.
Al final, las peticiones de Ciudadanos han salido adelante gracias al apoyo del PSOE y con la abstención del PP; la del PP se ha quedado en el camino ya que solo ha recibido su propio apoyo y el rechazo del PSOE, con la abstención de Cs; y la del PSOE, cosechando su propia mayoría absoluta, el voto en contra del PP y la abstención de Cs, ha visto luz verde.