Digital Castilla

Digital Castilla

Ciudad Real OCUPADA DESDE LA ÉPOCA ÍBERA HASTA LA CONTEMPORÁNEA

Un estudio desvela datos muy llamativos sobre la acrópolis del Cerro de las Cabezas de Valdepeñas

25 enero, 2018 15:44

El yacimiento íbero Cerro de las Cabezas de Valdepeñas (Ciudad Real) sigue sacando a la luz nuevos datos sobre su historia a través de los nuevos estudios que se han venido realizando a lo largo de los últimos meses y que demostrarían la ocupación de su acrópolis por civilizaciones más recientes que los íberos, hasta llegar a la época contemporánea.

Así lo ha dado a conocer este jueves el teniente de alcalde de Cultura, Turismo, Educación y Festejos, Manuel López Rodríguez, que ha revelado los resultados provisionales de los estudios realizados entre los pasados meses de julio y octubre en un sector de la acrópolis, a los que se han destinado una inversión de 24.000 euros, de los cuales el Consistorio ha aportado 14.000 euros y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha 10.738 euros.

Durante la presentación del informe provisional, el responsable municipal ha remarcado la diferencia entre la acrópolis, "la parte más alta del Cerro de las Cabezas donde residían las élites de la ciudad íbera hasta finales del siglo III antes de Cristo", con el resto de la ciudad que tras ser abandonada por los íberos no tuvo asentamientos de otras civilizaciones, "por lo que se mantiene como una ciudad íbera pura", según ha informado el Ayuntamiento en una nota de prensa.

En este sentido ha señalado que los estudios apuntan a que "la ocupación de la cima del cerro fue mucho más prolongada de lo que se creía hasta ahora. Se ha visto ocupación en distintos periodos como la Edad de Bronce --II milenio antes de Cristo--, la Edad de Hierro --siglo VII-III antes de Cristo--, Edad Media --siglo VIII-XIII después de Cristo-- y se ha visto ocupación en la Edad Contemporánea --siglo XX después de Cristo--".

Los distintos sondeos realizados han permitido localizar materiales arqueológicos de distintas épocas, así como estructuras pertenecientes principalmente a las épocas ibérica y medieval islámica. La acrópolis fue reestructurada para su ocupación en el momento de la expansión islámica, con la reutilización de muros y nuevos levantamientos de estructuras, mientras que por otra parte se han localizado una serie de grandes agujeros junto a la muralla Norte y de algunos más junto a la acrópolis que podrían ser aljibes.

López Rodríguez ha señalado que los estudios también apuntan a la hipótesis de que correspondan a la extracción de materiales de piedra cuarcítica por observarse acopios de cuarcita triturada que podrían corresponderse a una pequeña explotación minera de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, ante la demanda de metales que se creó en Europa motivada por la I Guerra Mundial.

Estudio de restos

Dentro del marco de este proyecto también se ha procedido al estudio de materiales arqueológicos de campañas anteriores como figuras de terracota, peines de marfil y trabajos en hueso como agujas de coser, del pelo, o herramientas como punzones y algunas piedras talladas pertenecientes a inmuebles, con el objetivo de completar la investigación de todos los materiales localizados de cara a la publicación de informes y memoria general del yacimiento.

Además, López Rodríguez ha indicado que se han realizado estudios de los restos faunísticos localizados en la excavación en las campañas de 2004-2016 realizados por el doctor José Antonio Riquelme de la Universidad de Córdoba y que ahondan en la identificación de especies, sexo y edad, para conocer más sobre la fauna del Cerro de las Cabezas.

Del mismo modo el Instituto Universitario de Investigación Arqueológica Ibérica ha realizado análisis químicos del contenido de recipientes cerámicos. De las muestras se han detectado restos de aceite de oliva, aceite de palma y aceite de grasas saturadas de origen animal y vegetal.