Una roca procedente de un cometa ilumina el cielo castellano-manchego en plena noche
Una roca procedente de un cometa entró bruscamente en la atmósfera terrestre a la 1:59 horas de la madrugada del 25 de septiembre, generando una gran bola de fuego que ha podido ser vista desde más de 500 kilómetros de distancia. El fenómeno ha podido ser grabado por los detectores que laRed de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europaque opera en elComplejo Astronómicode La Hita (Toledo).
Estos detectores trabajan en el marco delProyecto SMART, que tiene como objetivo monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar. También ha sido grabado por los detectores que esta misma red de investigación tiene instalados en los observatorios de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sierra Nevada (Granada) y Sevilla.
El evento ha sido analizado por el investigador responsable delProyecto SMART, el astrofísicoJosé María Madiedodel Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). Este análisis ha permitido determinar que la roca que originó este fenómeno entró en la atmósfera a unos 140 mil kilómetros sobre el mar Mediterraneo. Esta enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente, generándose así una brillante bola de fuego a una altitud de unos 108 kilómetros, frente a la costa de Almería.
La bola de fuego avanzó en dirección sureste, hacia África. A lo largo de su trayectoria experimentó aumentos muy bruscos de brillo conforme la roca se fragmentaba en la atmósfera. Finalmente se extinguió a una altitud de unos 67 kilómetros sobre el nivel del mar, a unos 60 kilómetros de distancia de la costa de Argelia.