En 2015, Naciones Unidas realizó un llamamiento internacional de unidad en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), una hoja de ruta para todos los países compuesta por 17 objetivos cuyo fin es acabar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar que en el año 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad, equilibrando la sostenibilidad social, económica y ambiental.
Los ODS se plantean también para acabar con el hambre y la escasez de agua, enfermedades como el sida y la discriminación contra mujeres y niñas, y cuentan con la creatividad, el conocimiento, la tecnología y los recursos financieros de toda la sociedad para alcanzar estas metas.
En escenarios geopolíticos como los actuales no debemos desviar la mirada de esta hoja de ruta de la que nos hemos dotado para mejorar nuestro mundo, aún en un momento de tensión bélica y enfrentamientos cómo hacía décadas que no se vivían en Europa.
Los ODS deben seguir siendo una prioridad y la guía que encamine las políticas económicas y sociales de las naciones. En este sentido, la sociedad civil y actores como instituciones, empresas, iniciativas público-privadas, etc. tienen mucho que decir en las aspiraciones a conseguir un mundo mejor para todas las personas, más sostenible, igualitario, justo, libre de hambre y guerras.
Con la vista puesta ya en el 2050 y los acuciantes retos globales a los que nos enfrentamos, es preciso señalar la necesidad de concienciar a todos los actores de la sociedad para la consecución de estos objetivos que repercutirán en la mejora de vida de todas las personas del planeta.
El Observatorio 2030 del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) nació en 2018 con la idea de conformarse como la primera mesa sectorial de referencia con la misión de aglutinar a los principales agentes del sector de la construcción y de la edificación trabajando de forma transversal y colaborativa con Administraciones públicas, empresas privadas, instituciones, etc. en la búsqueda de soluciones para responder a cada uno de los ODS desde la arquitectura, el urbanismo y la edificación.
Cuatro años después, esta mesa sectorial ya es reconocida como buena práctica validada por el Pacto Mundial de Naciones Unidas para conseguir alianzas estratégicas, cumpliendo de esta forma con el ODS número 17.
El Observatorio 2030 del CSCAE ha sido de los primeros proyectos en identificar la Agenda 2030 y la Agenda Urbana Española como hoja de ruta común, organizando a sus participantes en torno a siete líneas de actuación en nueve grupos de trabajo.
Estos han permitido identificar desafíos en torno a varios ODS, como el 5, por la igualdad de género, el 11, que busca lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, o el 13, acción por el clima, impulsando iniciativas sectoriales que aúnan esfuerzos y alianzas específicas, permitiendo que todos los integrantes del Observatorio aporten desde su experiencia ampliando el valor del grupo o acción concreta donde participan.
Conformados en la actualidad por más de 200 agentes sectoriales, trabajan en torno a la búsqueda de una concepción de una ciudad y territorio que sean justos –desde el ámbito del acceso a la vivienda y de la accesibilidad universal–, sostenibles, de calidad, digitales, saludables, que entiendan todos estos cambios para favorecer la transición hacia ciudades mejores y, finalmente, que sean resilientes y productivos.
Una de las misiones de la arquitectura es mejorar la calidad de vida de las personas a través de los espacios que habitamos y el entorno construido; en esa definición, el Observatorio 2030 es una herramienta que el CSCAE ha puesto al servicio de la sociedad y a la que, mediante nuestras acciones, involucramos en el necesario diálogo que debemos tener los profesionales ante la búsqueda de la definición de las ciudades que queremos tener.
Iniciativas como Cimientos de Igualdad, Rehabilitacción, Construyendo Sostenibilidad o la Declaración Sectorial por la Emergencia Climática, van dirigidas no sólo a la toma de decisiones en el corto y medio plazo para los actores que las integran, sino también para sembrar en la conciencia de la ciudadanía la necesidad de realizar estos cambios necesarios en torno a los lugares que vivimos y habitamos.
Con los recientes sucesos que han estremecido al mundo, el contexto actual ha cambiado, pero esto no debiera ser impedimento para que todo lo que propone Naciones Unidas a través de los ODS deje de ser contemplado.
Ahora, más que nunca, con iniciativas como el Observatorio 2030 del CSCAE, la sociedad debe comprender la importancia que tienen los lugares en los que desarrollamos nuestra vida, relacionándonos, compartiendo experiencias y dando forma al imaginario colectivo de lo que entendemos como mundo.
Sólo desde ciudades justas, saludables y libres de hambre, escasez y pobreza pueden entenderse entonces futuros mejores, sostenibles y descarbonizados a los que todos debiéramos aspirar.
*** Por Marta Vall-llossera, presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE).