Pocas dudas pueden quedar ya de que nos encontramos ante una emergencia climática. Las condiciones en el planeta están cambiando a gran velocidad y todos, gobiernos, empresas y ciudadanos, debemos tomar medidas para minimizar nuestro impacto en su deterioro. Ahora debe ser nuestro momento colectivo para actuar.
Desde nuestra posición entre las mayores empresas especializadas en logística y transporte a escala mundial somos conscientes de la gran responsabilidad que tenemos para avanzar hacia una industria logística sostenible.
Con la vista puesta en desarrollar soluciones innovadoras y dar un paso más hacia una logística más ecológica y limpia, llevamos décadas avanzando y hemos anunciado el férreo compromiso de lograr las cero emisiones netas en 2050. Una apuesta en la que recientemente la compañía ha anunciado una inversión añadida de 7.000 millones de euros en los próximos años.
En un mundo tan dinámico y complejo como el de la logística y el transporte, es necesario buscar nuevas maneras de optimizar al máximo los recursos de los que disponemos para conseguir reducir la huella de carbono. Precisamente ese fue uno de los objetivos prioritarios de la primera cumbre mundial sobre logística sostenible celebrada por DHL hace unas semanas y para la que se eligió España, concretamente la ciudad de Valencia, nombrada Capital Verde Europea 2024.
Más de 1.000 asistentes y panelistas internacionales de primer nivel se reunieron en la cumbre. Muchos fueron los temas a debatir y las conclusiones; entre ellas, que los mayores retos -y las consiguientes oportunidades- radican principalmente en buscar alternativas a un trasporte más ecológico y sostenible, alcanzar la sostenibilidad 100% en la entrega de última milla, ampliar la red de puntos de conveniencia, optar por la movilidad eléctrica y explorar todo el potencial que ofrecen los combustibles ecológicos, con especial mención al uso de combustible de aviación sostenible (SAF por sus siglas en inglés).
Durante el año pasado, DHL logró asegurar más de 830 millones de litros de SAF para su flota aérea hasta 2026. Buenas noticias, y esto solo es el principio de una política que será cada vez más ambiciosa.
El crecimiento exponencial del comercio electrónico, experimentado durante los años de pandemia, y su actual consolidación, implica poner en el centro de los procesos la eficiencia desde el punto de vista logístico; tanto por el servicio como por la sostenibilidad y protección ambiental.
¿Cómo? Mediante, por ejemplo, la automatización de procesos a través de la analítica de datos para determinar mediante algoritmos avanzados la ruta más eficiente, rápida y, así, con menor impacto ambiental.
La tecnología y la innovación son claves en el mundo de la logística. Mucho más en la entrega de última milla donde, además de minimizar el impacto ambiental, se proporciona una mejor experiencia de compra a los usuarios. Hablamos, por ejemplo, de poder elegir cuándo y dónde recibir una determinada entrega. Esto proporcionará un mejor servicio que, además, evitará realizar una entrega fallida que obligaría a tener que recalcular la ruta.
Una de las cosas necesarias en la industria logística es que las empresas que la forman, más allá de comprometerse, actúen con medidas realmente enfocadas al objetivo de cero emisiones. No se trata de moverse en abstracto, sino de establecer objetivos realistas y cuantificables de protección del clima, marcando fechas de cumplimiento y actuando en consecuencia.
En definitiva, definiendo una hoja de ruta de sostenibilidad. Si nos ceñimos a nuestra experiencia en este aspecto, pionera en el sector logístico, esto nos ha permitido cumplir hitos como el logrado en 2016, cuando el Grupo alcanzó con antelación su objetivo de protección del clima para 2020, mejorando la eficiencia del carbono entre 2008 y 2016 en un 30% respecto a los niveles de 2007.
Es fundamental que todos los agentes del sector logístico trabajemos en esa línea, colaboremos e innovemos para ejecutar acciones concretas como la electrificación de los vehículos de reparto de última milla, el aumento de la cuota de combustible sostenible en el transporte y, muy importante, la concienciación de los empleados mediante la realización de programas de formación en, por ejemplo, conducción ecológica.
Pero no es menos cierto que nos seguimos encontrando con barreras. Por citar algunos ejemplos, es necesaria una mayor producción y oferta en el mercado de combustibles sostenibles para los diferentes modos de transporte.
En esta misma línea, también debe existir una mayor demanda de estos combustibles y mayores apoyos e incentivos a su producción. Por otro lado, la expansión de nuevas alternativas de movilidad, como la eléctrica o la impulsada por hidrógeno, pasa por la ampliación de las infraestructuras de recarga por todo el territorio, para favorecer su adopción.
Para eliminar estas barreras es importante que exista una colaboración pública y privada que trabaje en modelos de distribución urbana y en definir cómo será la movilidad en las grandes ciudades en el futuro. Es fundamental contar con programas ambiciosos que tengan el apoyo oficial de Europa y/o los estados a la hora de apoyar la transición para incrementar el despliegue de estas infraestructuras que impacte hacia una logística más sostenible y verde.
No podemos perder de vista que los clientes y la sociedad demandan cada vez más valores de sostenibilidad. Quieren entregas rápidas y flexibles, pero que tengan un impacto neutro en el medio ambiente. Exigen una entrega sostenible y ecológica. Y esto hace que sostenibilidad y crecimiento económico vayan irremediablemente de la mano.
Estamos en el mejor momento para avanzar juntos en este terreno y poner el foco en alternativas ecológicas de movilidad que sean más eficientes y sostenibles en las operaciones de logística y transporte. Entre todos, se puede lograr. Nuestro viaje sostenible ya ha comenzado y las decisiones que tomemos hoy, darán lugar al mañana que dejaremos a nuestras próximas generaciones.
***Andrés Camps, director de Sostenibilidad, Calidad y Facility Management de DHL Express España