El panorama emprendedor español ha experimentado una transformación significativa en los últimos años gracias al papel y relevancia que las mujeres están adquiriendo. En los últimos diez años, la brecha entre emprendedores y emprendedoras se ha reducido en un 30% y la implicación y liderazgo de las mujeres están resultando esenciales para el desarrollo del emprendimiento en nuestro país. Aporta puntos de vista distintos, innovadoras formas de trabajar y estilos de comunicación que enriquecen el ecosistema.

Otro aspecto positivo es el impulso que la presencia de las mujeres está experimentando en el ámbito tecnológico, históricamente dominado por hombres. En él se ha observado un cambio positivo al fomentar su participación en la creación de nuevas compañías.

Hoy en día encontramos ejemplos inspiradores de mujeres que lideran con éxito empresas emergentes e innovadoras, como Yaiza Canosa, CEO de Goi, que destaca en el sector logístico; Carmen Palacios, CEO de Nu Quantum, liderando en la frontera de la física cuántica; Pepita Marín, CEO de We Are Knitters, que ha triunfado en el mundo de la moda textil; o las hermanas Mariana y Carlota Gramunt, CEO de T-Neutral, que están impulsando la sostenibilidad en la industria textil.

Lo que destaca de estas mujeres emprendedoras va más allá de sus éxitos empresariales. Su valentía, esfuerzo, rigor y perseverancia en medio de la incertidumbre son ejemplos notables. Y, por supuesto, su carisma y humildad son ingredientes fundamentales que añaden durabilidad al éxito. Estas mujeres son auténticas heroínas que desafían las barreras y abren camino para las generaciones futuras.

Gracias a su labor, se ha demostrado el impacto positivo de la igualdad de oportunidades en la preparación y motivación de las futuras emprendedoras, porque no hay duda de que el emprendimiento femenino contribuye significativamente al empoderamiento de otras mujeres al proporcionar modelos a seguir. Referentes como Yaiza, Carmen, Pepita, Mariana y Carlota inspiran a otras mujeres a perseguir sus sueños, a desafiar estereotipos de género y a trabajar juntas para construir un mundo más igualitario.

Sin embargo, aunque se ha avanzado en la eliminación de estereotipos de género en el liderazgo empresarial, aún queda trabajo por hacer, como muestra el último Informe Especial GEM sobre Emprendimiento Femenino, que indica que aunque hay más de 650.000 mujeres emprendedoras en España, solo el 39% de las startups tienen al menos una mujer en su equipo fundador.

En gran parte esto se debe a que los sesgos y barreras persisten. Por ello es esencial un esfuerzo continuo para lograr una promoción de la diversidad completamente integrada y consciente. Y para conseguirlo, el papel de las administraciones es fundamental. A ellas corresponde facilitar el acceso a financiación, ayudas para autónomos, formación y asesoramiento como pasos esenciales. Pero además es necesario que promuevan una educación de calidad que presente el emprendimiento como una opción atractiva para formar a futuras empresarias.

Por otro lado, el futuro del emprendimiento de las mujeres depende de la colaboración y el apoyo continuo. Hablamos de la necesidad de un mayor lobby femenino para facilitar su evolución y asegurar así que mujeres excelentes tengan acceso a los mismos puestos que los hombres, sin que la maternidad o los cuidados sean obstáculos en su camino.

En este sentido, también es fundamental que, como mujeres, dejemos de frenarnos a nosotras mismas invitando a cambiar la conversación de lo que las mujeres no pueden hacer, a todo lo que sí podemos hacer. Cuando logremos esa equidad, dejaremos de hablar de emprendimiento femenino para centrarnos simplemente en el emprendimiento. Para esto aún queda camino, pero hoy es el momento de comenzar a construir un futuro emprendedor igualitario y equitativo.

*** Cristina Redondo es Building Manager en Byld.