Con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina, las personas que nos representarán en Europa deben situar a la infancia en el centro de sus mandatos. Entre el 6 y el 9 de junio de 2024, junto con todos los demás ciudadanos de la Unión Europea, se nos pide que votemos a los nuevos miembros del Parlamento Europeo. Pero, ¿qué impacto tiene esto en los niños y niñas de todo el mundo? ¿Por qué se movilizan las organizaciones de defensa de los derechos de la infancia en toda la UE?

Vivimos en un mundo en el que el hambre infantil se encuentra en su peor momento en generaciones, en el que la infancia soporta la peor parte de un sistema alimentario desigual perturbado por los conflictos y el cambio climático, al tiempo que son los menos responsables de ellos.

En todo el mundo, más de 1 de cada 6 niños y niñas vive en una zona de conflicto. En la Unión Europea, 1 de cada 4 está en riesgo de pobreza o exclusión social. Aproximadamente 1.000 millones de niños y niñas se enfrentan a un riesgo extremadamente alto de sufrir los efectos de la crisis climática, es decir, 1 de cada 7 en todo el mundo.

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Dado que la Unión Europea es colectivamente el mayor donante de ayuda internacional del mundo, puede desempeñar un papel fundamental para garantizar que los niños y niñas, en cualquier lugar, puedan tener una vida sana y feliz. Esto empieza por invertir en Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) relacionada con la infancia.

La AOD es la ayuda que promueve y se dirige específicamente al desarrollo económico y al bienestar de los países en desarrollo. Un nuevo informe realizado por World Vision, en colaboración con Ernst & Young, destaca el impacto de las inversiones centradas en los niños y niñas, al revelar que cada dólar invertido en AOD relacionada con la infancia produce un asombroso retorno de 10 dólares. Sin embargo, sólo se destina el 5% de la AOD mundial va dirigida a las niñas y los niños. Esto tiene que cambiar ya, y el cambio puede empezar en la UE, en particular en las próximas elecciones.

En una encuesta reciente, los niños y niñas de la UE compartieron algunas recomendaciones claras con los responsables políticos sobre cuáles deberían ser sus prioridades. El 70% recomendó que se les ofrecieran más oportunidades de participar en la toma de decisiones para garantizar que sus voces se oyeran en los asuntos que afectan a sus vidas. El 64% mencionó que la UE debe dar prioridad a la educación.

Como ciudadanos de la UE tenemos dos formas principales de ayudar a garantizar que las futuras instituciones continúen e intensifiquen la promoción y protección de los derechos de la infancia: una es votando en las próximas elecciones a aquellos candidatos que se hayan comprometido a tomar medidas concretas para crear y aplicar políticas y prácticas destinadas a mejorar la vida de los niños y niñas en todo el mundo. Los resultados de estas elecciones influirán en la composición de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo políticamente independiente de la UE, formado por 27 miembros (uno por cada país miembro), incluido el Presidente de la Comisión.

Otra acción que todos podemos emprender para influir en la próxima agenda de la UE es instar a nuestros candidatos a eurodiputados a que se comprometan a situar las necesidades y los derechos de la infancia en el centro de su mandato y exigirles que rindan cuentas una vez que se comprometan a ello.

Por esta razón, los eurodiputados candidatos deben firmar el Manifiesto de la Infancia, una serie de compromisos para proteger e integrar los derechos de los niños y niñas, abordar la pobreza y la desigualdad infantil, impulsar su participación y garantizar que las instituciones de la UE inviertan más y mejor en el futuro. Como World Vision, junto con otras 22 organizaciones de defensa de los derechos de la infancia, instamos a los candidatos a eurodiputados a que firmen el Manifiesto de la Infancia.

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Este segundo punto es especialmente importante, ya que candidatos de toda la UE han empezado ya a firmar, entre ellos Estrella Durá, Antonio López Istúriz White y Javier Moreno Sánchez. Sin embargo, el número de eurodiputados candidatos que se comprometen con la integración y la protección de los derechos de la infancia aún puede y debe aumentar.

Trabajemos juntos para garantizar que las elecciones de la UE de 2024 no sean una oportunidad perdida, sino un punto de inflexión para situar los derechos de la infancia en lo más alto de la agenda política.

***Marguerite Potard es directora de Promoción y Política de la UE en Representación de World Vision en la UE.