Sevilla

Aunque a veces actúe como un verso suelto dentro de Podemos, no parece que esta vez vaya tanto por libre. La secretaria general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, ha sido la primera en poner por delante la agenda social al referéndum en Cataluña ante una hipotética negociación con el PSOE tras el 20-D. A pesar de que fue Pablo Iglesias quien a tan sólo 24 horas del escrutinio lo marcó como "irrenunciable", Rodríguez ha querido culpar al PSOE de hacer hincapié en ello y marcarlo como una "línea roja" infranqueable.

Rodríguez ha apuntado que para que se materialice ese acercamiento al PSOE, primero deben definir cuál es su proyecto, porque hasta el momento sólo ha habido declaración de una candidatura alternativa a Rajoy. “Lo importante es para qué quiere el PSOE gobernar este país”, ha afirmado, insistiendo en que se debe llegar al fondo y no quedarse en la superficialidad del “circo teatral de gestos” que esa una investidura.

Para justificar esa puerta abierta a la negociación, Rodríguez ha defendido que su objetivo en las instituciones son “victorias concretas” tras años de calle, asambleas y manifestaciones, y que estas se las quieren “cobrar” con la derogación de la Lomce, de la reforma laboral, la ley mordaza, la prohibición de los desahucios para las personas que no tengan otra opción habitacional, la despolitización de la justicia o la eliminación las puertas giratorias. En algunos de estos puntos no parecería de entrada que hubiera problema, de hecho, algunas de estas propuestas están recogidas en el programa electoral del PSOE.

La "intransigencia" de Díaz

Esa "prioridad" de la agenda social no entrañaría en ningún momento una renuncia a la autodeterminación. Según Rodríguez, eso sería arrastrar el problema de Cataluña "otros 35 años más" (además lo llevan en su programa electoral), lo que se trata es de aparcarlo a la espera de ver qué propone Pedro Sánchez, con el que ve más fácil el entendimiento que con Susana Díaz, a la que consideró que representa en el PSOE a la “más intransigente” ante “la negociación para sacar una posible agenda social que contrarreste a la derecha y sus políticas”.

Entre Rodríguez y Díaz no existe química alguna, y siempre que pueden lo dejan patente. La presidenta andaluza siempre ha utilizado a modo de advertencia a Sánchez su mala experiencia con Podemos en su investidura. La líder andaluza de Podemos se lo ha devuelto recordando que la “voluntad de escuchar” de la presidenta de la Junta es nula, acusándola de moverse por “impulso demoscópico”.

La respuesta socialista

También ha criticado que en el PSOE anden enfrascados en luchas internas no sobre políticas sino sobre cuotas de poder, un escenario en el que otorga a Díaz un papel estelar, y que deja a Sánchez sin más remedio que “intentar formar una alternativa de gobierno porque sino cuando vuelva al PSOE sabe que no va a tener ningún asiento reservado”.

La respuesta socialista ha sido recordar a Rodríguez que fue el líder nacional de su partido, Pablo Iglesias, el que decidió “anteponer” la agenda territorial y un posible referéndum ilegal en Cataluña a la agenda social y que tal vez lo que pasa en Podemos es que ella tiene un “problema de entendimiento” con este. "O no se hablan o no le escucha", ha dicho el portavoz del grupo parlamentario socialista, Mario Jiménez, quien ha recordado a la líder andaluza de Podemos y también al secretario de Organización del partido morado, Sergio Pascual, el “daño les que hace en Andalucía el hecho de que Iglesias se haya convertido en el principal factor del independentismo y en el principal defensor de las posturas independentistas y por la autodeterminación”.

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