No deja de crecer. El comercio electrónico en España ha multiplicado por seis su tamaño desde 2007, año del despegue definitivo de un sector que ha pasado de ser un probable futuro a un cierto presente para la evolución de las ventas de una gran mayoría de empresas. Su tamaño en España ronda ya los 20.000 millones de euros y registra crecimientos superiores al 20% de forma sostenida en el tiempo. Suponen ya una actividad comercial de unos 55 millones de euros diarios o más de 38.100 euros por minutos.
Según los últimos datos revelados por la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC), las ventas por Internet crecieron un 27% interanual en el segundo trimestre de 2015, hasta alcanzar los 4.945 millones de euros. En términos anuales, la proyección eleva esa cifras hasta los 20.000 millones. Son datos extraídos por la CNMC a partir de los pagos de entidades españolas de tarjetas bancarias como Sermepa-Servired, Euro6000-Ceca o 4B, y no tienen en cuenta plataformas como Paypal, el principal método de pago 100% digital.
Cerca del 2% del PIB
En relación al Producto Interior Bruto (PIB), el comercio electrónico en España ya tiene un peso más que relevante y no ha dejado de crecer tanto en el periodo de crisis como en el de la tibia recuperación del último año y medio. Supone un estimado 1,92% del PIB, cuatro décimas más que el año anterior y es más del doble que el 0,8% que pesaba en 2010.
Crece rápido, de forma sostenida y casi ininterrumpidamente en el tiempo. Hay que remontarse a los tres últimos meses de 2012 para encontrar una caída de la facturación respecto al trimestre anterior. Según los datos de la CNMC, el comercio electrónico ha crecido a tasas superiores al 20% por noveno trimestre consecutivo y suma 24 trimestres (seis años) por encima de los dos dígitos (más del 10%). Desde 2005 se ha multiplicado por diez, pasando a apenas 500 a 5.000 millones al trimestre.
El 40% de la facturación total se ha correspondido con compras hechas desde España hacia tiendas online en el extranjero y sólo el 20% en sentido contrario -de extranjeros en tiendas españolas-. Las compras desde España hacia sitios online españoles han representado el 40% del total de los ingresos del comercio electrónico. Por número de transacciones, el 47,5% de las compraventas se registran en webs españolas y el 52,5% en webs del extranjero.
En esta particular balanza digital, el déficit comercial -se compra más fuera de lo que los extranjeros compran en España- se sitúa en 1.023 millones de euros tras este trimestre, en línea con los trimestres anteriores. Según los datos el Observatorio de las Telecomunicaciones (ONTSI), más de tres millones de personas utilizan un dispositivo móvil o tableta para realizar sus compras, lo que representa al 17,8% de quienes compran por Internet y un tercio de los usuarios de móvil o tableta con conexión a Internet ha adquirido alguna aplicación de pago, cifras que se sitúan por debajo de la media de los grandes países europeos, donde rozan el 50%.
Los sectores con mayores ingresos fueron las agencias de viajes y operadores turísticos, con el 19,6% de la facturación total (954 millones); el transporte aéreo, con el 14,3% (707 millones) y las prendas de vestir, en tercer lugar, con el 6% (296 millones). Si la métrica es el número de operaciones, las categorías que encabezan la actividad son el textil (7,6%), marketing directo (8,7%) y los contenidos (discos, libros, periódicos…) con el 6,7% de las transacciones. En total, de abril a junio de 2015 se registraron 70 millones de compraventas con un importe medio de 70 euros por operación.
Un territorio de gigantes
Va a otro ritmo. La velocidad con que está ganando peso es mayúscula y se debe, en gran medida, al vuelco hacia el canal digital de las grandes empresas tradicionales como Inditex o El Corte Inglés, así como por la expansión en España de grandes especialistas digitales del sector como la estadounidense Amazon o la alemana Zalando, el líder en venta de calzado en la Red.
El caso de Zara (Inditex) es paradigmático. Su escaparate en web (y aplicación) es visitado por 22 millones de usuarios mensuales, según la estimación Similarweb. Es, por tanto, la mayor de las 7.000 tiendas que tiene por el mundo. Para el grupo es una tienda más, básicamente porque el tráfico se mueve entre lo físico y lo 'online': la compra de una prenda en la red, permite su recogida y devolución en tienda, y a menudo, esa visita se tranforma en una nueva venta, según explican en el grupo.
Pese a que no da cifras desagregadas de forma voluntaria, la multinacional que dirige Pablo Isla revela parte de su actividad digital a través de los registros mercantiles de España e Irlanda, donde depositan sus cuentas las filiales Fashion Retail -que contabiliza las ventas en el mercado europeo occidental- e ITX Fashion, la sociedad que recoge los ingresos en EEUU, Canadá y Japón. Entre ambas registraron el pasado ejercicio unas ventas conjuntas de 831 millones de euros al cierre de su último año fiscal (hasta 31 de enero de 2015), sin contar aún todo lo que vende en Asia-Pacífico, Rusia y Europa del Este, Sudáfrica o Latinoamérica. Por eso, fuentes del sector, estiman que su facturación digital anual está entre 1.200 y 1.500 millones.