Son los soldados que nunca duermen, el futuro en los conflictos armados. Robots que acompañan a los efectivos en sus misiones y que llegan hasta donde ningún otro lo consigue. El Departamento de Defensa de Estados Unidos trabaja en el desarrollo y aplicación de esta tecnología, llamada a revolucionar la labor de los militares en sus operativos y, en última instancia, también la vida cotidiana de los ciudadanos. Una ambición que se cruza con el camino de dos jóvenes de Vitoria, a los que les han confiado parte de la investigación.
“Somos la única empresa no estadounidense que ha sido apoyada por este programa”, asume, orgulloso, David Mayoral, de 23 años, fundador de la firma Erle Robotics junto a su hermano Víctor, de 26. El programa al que David hace referencia es el Robotics Fast Track, que busca “proyectos innovadores y revolucionarios” en materia de robótica; una pretensión que encaja con la filosofía de la firma vitoriana: “Construir la nueva generación de cerebros artificiales”.
No podemos contar mucho sobre lo que haremos con ellos
“No podemos contar mucho sobre lo que haremos con ellos”, reconoce el joven, en relación al hermetismo del que se rodean los trabajos auspiciados por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa [DARPA, por sus siglas en inglés, integrada en el Departamento de Defensa de Estados Unidos].
Las imágenes que van trascendiendo sobre los avances conseguidos por esta agencia son próximas a las que ofrece la ciencia ficción: además de drones y otros sistemas que ya están integrados en las estructuras militares, hay animales robóticos, cuadrúpedos que caminan en las condiciones más extremas. Se pretende que asistan a los efectivos en labores de logística, transporte y grabaciones de imágenes, entre otros.
“Cuando la gente duerme, nosotros trabajamos”
“Estamos muy ilusionados tras saber que DARPA cuenta con nosotros, nos da muchas fuerzas para levantarnos cada día y seguir peleando”, asegura David, dedicado a la gestión empresarial de Erle Robotics. “Tuve que dejarlo todo con 19 años y decir: 'Creo en el proyecto, vamos a por todas' -asegura, recordando las “malas notas” que sacaba en sus estudios-. La falta de experiencia la he compensado aprendiendo cada día y con esfuerzo”. Su trabajo es uno de los pilares en los que se apoya la firma vitoriana, junto con el de su hermano Víctor, que cuenta con las carreras universitarias de Ingeniería Informática y Telecomunicaciones, además de varias especializaciones en materia de robótica.
David habla del tándem “tan bueno” que forman los dos hermanos: “A veces hacemos un símil: Víctor es el Steve Wozniak [en referencia al cofundador de Apple], que mucha gente no conoce; y yo soy la persona que le ha dado a conocer y que ha hecho posible conjuntamente ese proyecto”. Entre los dos han montado un equipo que ya cuenta con diez personas y que aspira alcanzar la treintena a lo largo de 2016: “Uno de los mayores sacrificios que hemos asumido es el del tiempo -detalla-. La gente no es consciente de lo que es trabajar 15 o 16 horas diarias, todos los días: lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo. Y el lunes volver a empezar. Mientras la gente sale de fiesta, nosotros trabajamos; cuando la gente duerme, nosotros trabajamos”.
"Hay que dar mucha guerra"
Pero no todo se consigue con esfuerzo. O, al menos, eso aseguran los dos hermanos Mayoral. También hay que saber asumir los golpes y aprender a levantarse: “Tienes que fracasar mucho para aprender”, admite David. “Hemos pasado muchos momentos duros y difíciles y, a día de hoy, los seguimos pasando”, añade. Igual de importante es la relación que ambos mantienen: “Te puedes cabrear, pero si es tu hermano, termina el día y lo quieres igual”.
¡Es que ha venido un organismo, que es DARPA, que entre otras cosas ha financiado Internet y la fibra óptica!
Y constancia, siempre y sin flaquear: “Hay que dar guerra -afirma-, dar mucha guerra”. Todo ello para alcanzar el acuerdo más determinante de su carrera: “Esto no es que nos hayan apoyado en nuestra propia ciudad y que te digan que haces algo bueno, que también está muy bien. ¡Es que ha venido un organismo, que es DARPA, que entre otras cosas ha financiado la puesta en marcha de Internet y la fibra óptica!”.
“No creemos que el futuro de la robótica estará en humanoides de cientos de miles de euros, sino de robots pequeños, de bajo coste y abiertos”, es la filosofía que resume el trabajo de Erle Robotics. Su misión dentro del proyecto de la agencia DARPA será la puesta en marcha de una plataforma que ayude a crear y reparar los robots de “forma masiva”.
David Mayoral asume que el proyecto con la agencia DARPA es uno de los mayores alicientes con los que cuenta Erle Robotics de cara a 2016: “Pero no el único, estamos a punto de cerrar varias cosas interesantes”, afirma, enigmático. Para ello, tendrán que aplicar las virtudes que defienden como ideario. No tienen vértigo ante estos retos y tampoco les da miedo subir un peldaño en su escala de sacrificio: “¿De dónde sacamos tiempo? Nosotros hacemos tiempo”.