El proyecto de presupuestos que ha presentado el Govern este martes redobla el desafío al Ejecutivo central, pero por otro lado cumple con el objetivo de déficit del 0,7% impuesto por el Ministerio de Hacienda. El conseller de Economía y vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, ha presentado este martes unas cuentas que prevén un aumento del 57% en la partida destinada a la acción exterior así como un incremento del 35% en el dinero destinado a apuntalar la Hacienda catalana.
Junqueras ha definido el proyecto como “los presupuestos más sociales de la historia” y ha remarcado que el 73,6% de las cuentas irá destinada a políticas sociales. Las nuevas cuentas del Govern prevén un aumento de 1113,4 millones en el gasto de la Generalitat y el 78,5% de ese aumento se destinará a Sanidad, Educación y políticas sociales. Según ha explicado Junqueras, este aumento lo permite la “mejora del contexto económico”, reforzada por el aumento de las exportaciones y del turismo así como por una reducción de los intereses de la deuda.
Junqueras ha remarcado en todo momento el carácter social de las cuentas, si bien el dinero destinado a partidas sociales no ha conseguido revertir los recortes llevados a cabo por los anteriores Gobiernos de CDC, que redujeron el gasto social en un 15%. Partiendo de ese recorte efectuado por los Gobiernos de Artur Mas, las cuentas presentadas por Junqueras suponen un aumento del 5,3% en partidas sociales respecto a las cuentas anteriores.
A pesar de los 874 millones que el proyecto destinará a partidas sociales, las nuevas cuentas aumentan significativamente el dinero destinado a la acción exterior de la Generalitat. Si en 2015 la partida en este campo fue de 19 millones de euros, en los nuevos presupuestos será de 34,1 millones. Este aumento se destinará a implementar la llamada “ley de acción exterior” y para reforzar las delegaciones que la Generalitat tiene en el exterior. Preguntado por este incremento, Junqueras no ha concretado su respuesta y se ha limitado a afirmar que se debe a la creación de la nueva consellería liderada por Raül Romeva.
Otra partida que aumenta significativamente es la relativa a la Agencia Tributaria Catalana. En los anteriores presupuestos se destinaron 35,9 millones a este organismo. En el proyecto de cuentas presentado por Junqueras se prevén 48,5 millones para aumentar el número de trabajadores de los 350 actuales a 650 así como permitir un aumento del 25% del número de oficinas de esta entidad.
La subida del IRPF, en manos del Parlament
Una de las cuestiones que más tensión ha generado entre CDC y ERC ha sido la subida de los tramos más altos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Durante las últimas semanas se ha evidenciado que el asunto divide a ambos partidos en el Govern y el cruce de declaraciones contradictorias obligó al presidente Puigdemont a aplacar el debate.
Junqueras ha confirmado que el proyecto presentado este martes no contempla una subida del IRPF, pero tampoco ha querido descartarla. “Hay margen para estudiar lo que el Parlament quiera estudiar”, ha respondido.
El vicepresidente ha insistido en que las cuentas presentadas son “realistas” para “no crear falsas expectativas” ante unos límites de déficit “arbitrarios, injustos y desproporcionados” exigidos por el Ministerio de Hacienda. El departamento de Economía, sin embargo, no ha destinado ninguna partida para afrontar un posible fallo del Tribunal Supremo que tumbaría la privatización de la empresa de aguas públicas ATLL. Este fallo obligaría al Govern a afrontar pagos por más de 300 millones de euros. Preguntado por cómo afrontaría la Generalitat ese pago, Junqueras ha respondido que “lo haríamos de la mejor manera posible”.
Pendientes de la CUP
El vicepresidente de la Generalitat ha hecho hincapié en el aumento del gasto social que supondrá la aprobación de las nuevas cuentas. Junqueras quiere así trasladar la pelota al tejado de la CUP: en el caso de no aprobar los presupuestos, los anticapitalistas evitarían que se aplique un plan de choque social de 285 millones de euros.
El departamento de Economía quiere así presionar a la formación asamblearia,cuyos diputados se han levantado esta mañana de la reunión de presentación de presupuestos en señal de protesta por los disturbios ocurridos en el barrio de Gràcia el lunes por la noche. Junqueras ha ido más allá de lo que le exigió la CUP antes de la investidura y ha desplegado un plan de choque social que destina más dinero del que en un principio se presupuestó para ese plan de emergencia.
“Seguro que las negociaciones serán complejas”, ha afirmado Junqueras. “Pero es importante recordar que hay muchos millones destinados a políticas sociales que si no se aprueban los presupuestos no se podrán gastar”. El vicepresidente también ha explicado que no cree que deban convocarse elecciones anticipadas si no se aprueban las nuevas cuentas, cuyo debate final se celebrará previsiblemente el 20 de julio.
La formación anticapitalista no ha querido entrar a valorar la propuesta de Junqueras, ya que considera que los disturbios ocurridos el lunes por la noche son el asunto más importante de la jornada. “Estamos analizando el documento y cuando sea conveniente nos manifestaremos al respecto”, han contestado a las preguntas de los periodistas.
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